El Aeropuerto Internacional Benito Juárez Ciudad de México (AICM) es la principal terminal aérea de América Latina, para darnos una idea de su capacidad:
- Moviliza anualmente alrededor de 50 millones de pasajeros (cifras antes de la pandemia); al cierre de 2021, el número de pasajeros fue de 36 millones.
- En 2019 tuvo alrededor de 460 mil operaciones, de las cuales 91 por ciento correspondió a vuelos de pasajeros, 2 por ciento a carga y 6 por ciento a aviación general (entiéndase a aviación general como a aquella que no es realizada por el ejército o las aerolíneas, como pueden ser los vuelos de negocios, aviación agrícola, vuelos personales para deportes o placer, y escuelas y clubes del sector). Al cierre de 2021 el número de operaciones fue de 327 mil 889.
Dadas las cifras anteriores, nos preguntamos, entonces ¿cuál es el problema la terminal aérea de la CDMX?
El principal problema que enfrenta el AICM es que es considerado desde hace años como un aeropuerto saturado; esto se debe básicamente a que el espacio aéreo está rebasado, ocasionando retrasos en los vuelos y a que el número de pasajeros que pueden ser atendidos en las terminales existentes se encuentra sobrepasado.
Sólo imagínense, el AICM fue diseñado originalmente para atender hasta 32 millones de pasajeros anualmente.
La solución más lógica al problema planteado hubiera sido incrementar la capacidad de infraestructura de este aeropuerto; sin embargo, esto no era posible, ya que no existe superficie adicional disponible para incrementar el número de pistas requeridas para atender un mayor número de vuelos y contar con más terminales.
Para resolver lo anterior, las autoridades decidieron implementar un sistema metropolitano de aeropuertos en el Valle de México, consistente en el actual AICM, el Aeropuerto Internacional Lic. Adolfo López Mateos de Toluca (AIT) y la construcción del nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA). La pregunta es, ¿resulta suficiente este sistema?
Analicemos la capacidad de los otros dos aeropuertos. El AIT tiene la posibilidad de atender anualmente alrededor de 10 millones de pasajeros; sin embargo, al cierre de 2021 sólo tuvo 134 mil usuarios y realizó aproximadamente 70 mil operaciones. El AIFA, según proyecciones de las autoridades, movilizará alrededor de 2.4 millones de pasajeros en su primer año de operación y la cifra subirá a cinco millones en 2023.
A simple vista pareciera que el sistema metropolitano de aeropuertos se va a quedar corto en relación con la posibilidad de atender la demanda actual y esperada.
El AICM se encuentra desbordado, el AIT subutilizado y del AIFA aún no tenemos la certeza de cuánta gente lo usará.
De acuerdo con estimaciones realizadas por la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés), si México no lleva a cabo las acciones necesarias para desarrollar la infraestructura aeroportuaria requerida, para 2035 existirá una demanda no atendida de 20 millones de pasajeros anuales, lo cual se traducirá en una pérdida en la contribución de ingresos por transporte aéreo al Producto Interno Bruto (PIB) de alrededor de 400 mil millones de pesos, y 200 mil puestos de trabajo menos.
El reto hacia adelante para las autoridades no es sólo el anunciar que ahora existe un sistema metropolitano de aeropuertos, sino darle viabilidad a dicho sistema.
POR ÚRSULA CARREÑO COLORADO
ESPECIALISTA EN INFRAESTRUCTURA Y FINANZAS PÚBLICAS
@URSUCARRENO
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