TIEMPO DE INFRAESTRUCTURA

El proyecto de Joe Biden

No es un panorama alentador para EU, si se suma que el plan de infraestructura conllevará una intervención gubernamental que premiará comprar localmente, independientemente del precio

OPINIÓN

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Juan Pablo Cal y Mayor Meyer / Tiempo de Infraestructura / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El plan de infraestructura de Joe Biden (Infrastructure Investment and Jobs Act) ha tomado un ángulo de política económica proteccionista que incrementa aún más el riesgo de la inflación como la principal amenaza para la economía estadounidense.

A finales de abril, el ejecutivo de Estados Unidos emitió un memorándum para todas las agencias federales involucradas en el despliegue del plan de infraestructura.

En el documento se dan los lineamientos para dar preferencia a los productos fabricados en EU en todo el proceso de procura de insumos para la edificación de proyectos con fondos federales.

¿Cómo impacta esto al sector de la construcción y a la inflación? Primero hay que tomar en cuenta el contexto inflacionario y económico de la Unión Americana.

La inflación está en niveles no vistos en 40 años, y el índice de costos del sector de la construcción se incrementó 21 por ciento con respecto a abril del año pasado. Por otro lado, la economía ya está en plena fase de expansión llegando a niveles de pleno empleo a principios de este año, señalado como el nivel de empleo, a partir de que la tasa de desempleo por debajo de 4 por ciento, según la Reserva Federal de Estados Unidos.

Esto significa que ya hay muy poco espacio para que la demanda laboral sea cubierta por la oferta, sin que haya un incremento en los salarios al estar compitiendo las empresas por contratar trabajadores. Tan sólo en el sector de la construcción se estima que hay alrededor de medio millón de puestos de trabajo que necesitan ser llenados en 2022, de acuerdo con la Asociación de Constructores y Contratistas de EU.

No se diga de otros sectores de la cadena de valor de la construcción, como ingenieros, arquitectos y topógrafos, donde no se generan los suficientes graduados en estas disciplinas para cubrir la demanda, y hay un consenso en la industria donde se señala que la escasez de profesionales es el mayor reto para el crecimiento. Con el plan de infraestructura, todo esto se exacerbará y se reflejará en retrasos e incrementos en los costos de edificación.

No es un panorama muy alentador para la economía estadounidense, si a esto le sumamos que el plan de infraestructura conllevará una intervención gubernamental donde se premiará comprar de manera local, independientemente del precio, no hará sino reforzar la tendencia inflacionaria. Parece una mala política si lo que se quiere es combatir la inflación en Estados Unidos. El Peterson Institute for International Economics señala en un documento de investigación, 22-4 For Inflation Relief, the United States Should Look to Trade Liberalization, que una liberalización en las políticas comerciales podría reducir el índice de precios al consumidor por encima de un punto porcentual y tendría un impacto de largo plazo en la inflación, al reducir las expectativas de variación de precios, de empresas y consumidores.

La política proteccionista de Joe Biden al sector de manufactura posiblemente tenga tintes políticos para seducir a un sector específico de la economía (los blue collar workers de las grandes fábricas que han sido históricamente votantes del partido demócrata, pero se aproximaron más a los republicanos a través de Donald Trump en tiempos recientes), ya que incluso es contradictoria con la campaña del Presidente de EU que tildaba de “impuestos para la clase media” a los aranceles sobre productos chinos que impuso Trump durante su administración, y que el 10 de mayo mencionó que estaban analizando quitarlas.

Esta política es de facto, una especie de arancel sobre insumos de la construcción, ya que castigan a los productos extranjeros, aunque tengan precios más competitivos que reduzcan el costo del plan. No obstante, el memorándum menciona de manera muy escueta que esta política deberá de atenerse a tratados internacionales, seguramente dará pie a controversias de comercio internacional. Las grandes empresas mexicanas proveedores del sector de la construcción como Cemex u Orbia (por mencionar a los gigantes) deberán pensar bien en cómo acceder a mercados de este plan de 1.3 mil millones de dólares con esta barrera de entrada, ya sea proveyendo a través de fábricas locales o disputar esta barrera comercial a través del TMEC.

El plan de inversión de Biden es una oportunidad histórica para las empresas de ingeniería y construcción.

POR JUAN PABLO CAL Y MAYOR MEYER
GERENTE DE MERCADOS DE CAL Y MAYOR Y ASOCIADOS
@CAL_Y_MAYOR_

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