MUJERES DE ACCIÓN

El tiempo de las mujeres en América Latina

Tras 75 años de fundación, la ODCA eligió a una mujer como su presidenta

OPINIÓN

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Laura Esquivel Torres / Mujeres de Acción / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

En el resurgimiento del populismo y el autoritarismo, especialmente en América Latina, Acción Nacional fue el anfitrión del 23vo Congreso de la Organización Demócrata Cristiana de América.  En el desarrollo del Congreso ocurrieron dos eventos especialmente relevantes que debemos celebrar.

 El primero es que los 35 partidos políticos que la integran, firmaron la Carta por la Democracia, la Libertad y la Defensa de las Instituciones. Cada miembro se comprometió a actuar en pro de la dignidad de la persona humana y la primacía del bien común, con solidaridad y subsidiariedad.

 El segundo es que después de 75 años de su fundación, la ODCA eligió por primera vez en su historia a una mujer como su presidenta, la diputada federal Mariana Gómez del Campo, una mujer de acción. Esto logro representa un gran avance para todas las mujeres en el mundo. 

Mariana asume el liderazgo para encontrar soluciones que prioricen la paz y el humanismo para defender a la democracia latinoamericana de lo que hoy amenaza con destruirla. Su trayectoria es ideal para presidir una organización que busca proteger a las democracias, sobre todo, la de nuestro país.

El presidente Andrés Manuel ha rechazado las reglas democráticas, ha negado la legitimidad de la oposición –no solo me refiero a los partidos políticos sino también a los sectores sociales que se organizan para exigir demandas inaplazables, especialmente a las mujeres–. Ha tolerado y motivado la violencia y está dispuesto a eliminar las libertades de sus oponentes, incluyendo a los medios de comunicación.

En México, Acción Nacional es ese contrapeso que la democracia necesita para sobrevivir, y qué mejor momento para hacerlo que de la mano de una mujer joven que tendrá nuevas respuestas a los nuevos retos.

El ver a una mujer electa como presidenta no solo representa la trascendencia de las   feministas que luchamos por abrir los espacios públicos y políticos a las mujeres, sino que además es una oportunidad para dar soluciones y alternativas pacíficas a las amenazas democráticas desde una perspectiva de género con un relevo generacional.

Estamos listas y listos para ver cómo desde México, una mexicana y panista, comienza a escribir una nueva historia para América latina.

Por: Laura Esquivel Torres

Secretaria Nacional de Promoción Política de la Mujer en el CEN del PAN