El talón de Aquiles de Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, es sin duda alguna la corrupción. Así como Paris mató a Aquiles con una flecha envenenada en el talón, diversas organizaciones no gubernamentales que investigan la insultante corrupción del actual régimen han lanzado flechas envenenadas con datos irrefutables, hacia el frágil talón del presidente en turno.
Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, organización periodística fundada por Claudio X. González y hoy dirigida por la analista y politóloga María Amparo Casar se ha convertido en uno de los enemigos favoritos de López Obrador ya que con sus investigaciones ha revelado casos de corrupción en la administración de Enrique Peña Nieto como en la actual.
Dos trabajos han dado notoriedad a esta organización: el caso de la triangulación de recursos públicos conocida como “La Estafa Maestra”, caso que mantiene en la cárcel a Rosario Robles Berlanga, exsecretaria de Desarrollo Social del entonces presidente Enrique Peña Nieto; el caso Odebrecht que en México y varios países de América Latina se conoce por los sobornos entregados por esta constructora a presidentes y servidores públicos con el fin de obtener contrataciones de obra pública.
Pero lo que más le ha dolido en el talón del presidente mexicano, son dos flechas certeras a su imagen y prevalencia política: el conflicto de interés entre Baker Hughes y Petróleos Mexicanos en donde el “hijo incómodo” del presidente jamás pudo explicar su vida acomodada en los Estados Unidos, y el mas reciente y menos explicado desfalco a la nación por mas de 100 mil millones de pesos, dinero usado y no aclarado durante el primer año de gobierno de la presente administración.
Según la Auditoria Superior de la Federación (ASF), a estas alturas, cuando López Obrador esta por concluir su cuarto año de gobierno, aún están sin aclarar más del 98 por ciento de esos recursos. Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad ha sacado a la luz nuevamente este caso de corrupción comprobable documentalmente con base en la revisión de la ASF que dirige David Colmenares Páramo.
Es importante recordar que la ASF fue creada en la administración de Vicente Fox Quesada, primer presidente emanado del Partido Acción Nacional, a tan solo un mes de haber asumido el poder. Su lógica fue que a partir de ese momento todo gobierno deberá ser auditado y así ha sido, lo que ha provocado incomodidad en los tres gobiernos siguientes.
Como es de suponer, tanto el origen como la actividad de la ASF son profundamente incómodos para el presidente López Obrador y una guerra de datos desde la ASF y descalificaciones desde las conferencias matutinas hacen sospechar la intención presidencial de desaparecer a la Auditoria bajo el argumento de que “en este gobierno no hay ladrones”.
La corrupción es la herida por donde respira López Obrador. Su gran compromiso de campaña simplemente no lo cumplió. Estamos muy lejos del México que él prometió y hasta sus más cercanos saben que falló o claudicó en ese objetivo.
Corazón que sí siente
El registro nacional de personas desaparecidas oficialmente informó que hay más de 100 mil personas no localizadas en México. Hablar de 27 personas que desaparecen diariamente es espeluznante. Y sucede en este gobierno.