DEFINICIONES

El país de los desaparecidos

No son cifras. Son personas. Son historias. Son sus familias tratando de encontrarles. Todos merecen ser buscados

OPINIÓN

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Manuel López San Martín / Definiciones / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Son más de 100 mil ya. De ellos, más de 30 mil en lo que va de este gobierno. La cifra es de terror. La realidad lo es más. No son solo un dato, hay que ponerles rostro. Son más de 100 mil –en la estadística oficial, porque la cifra negra es enorme- desaparecidas y desaparecidos. Mujeres y hombres que eran hijos, hermanos, padres, parejas de alguien. Personas con historia, con vidas truncas; arrebatadas por la violenta realidad. En México desaparecen decenas de personas cada 24 horas. Y sí, como nunca se ha hecho un esfuerzo por tener, primero, una base de datos confiable, y segundo, por encontrarles, pero el fondo no ha cambiado: cientos desaparecen cada mes, miles cada año.

“No tendríamos que existir las comisiones de búsqueda. Existimos solo en países donde el sistema ordinario no ha dado respuesta y por eso es importante recordar que la crisis de desaparición no se va a resolver si solo se ataca la crisis de desaparición tenemos que a atacar la crisis forense y la crisis en materia de justicia que ya hemos hablado contigo sobre una impunidad casi absoluta. El propio comité contra las desapariciones de Naciones Unidas así lo manifiesta

“En el sistema de justicia hay más de 98% de impunidad y en cuanto a desaparición forzada aún más: solo hay 35 sentencias en el país en materia de desaparición forzada. En materia forense, tenemos más de 52 mil cuerpos sin identificar”, me dice la comisionada nacional de Búsqueda de personas desaparecidas y no localizadas, Karla Quintana, una mujer entregada a su causa.

¿Quiénes desaparecen más en México?, le pregunto.

“La juventud está siendo desaparecida y eso tenemos que dimensionarlo en sus justas proporciones: las mujeres entre los 15 y 25 años, y los hombres entre los 20 y 30 años. Es gente joven, mucha de estrato socioeconómico bajo”, responde.

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Buscando a los suyos están las familias, los colectivos. Madres y padres, hermanos e hijos que con sus propias manos tratan de encontrar verdad.

Platico con la incansable Yolanda Morán. Busca a su hijo hace 14 años.

“Desapareció el 19 de diciembre de 2008 en Torreón, Coahuila”, narra. “Fue desaparecido por un grupo de militares”.

“Cuando fui a poner mi denuncia me dijo el procurador del estado en aquel entonces: ¿sabe contra quién está luchando? ‘Sí, ya lo sé’, le dije. ‘¿Tiene miedo o qué?’, le pregunté.

“Hasta el día de hoy lo sigo buscando. Lo desaparecieron seis militares. A cinco de ellos los mataron dentro del Cereso. Me queda uno que está vivo, es mi única esperanza de que algún día pueda encontrar a mi hijo.

“Estoy enferma, pero no me cansaré. Estoy en silla de ruedas, pero el amor nos levanta. No me quiero morir sin saber la verdad de qué pasó con mi hijo. Encontrarlo vivo o como lo encuentre, pero encontrarlo, saber de él. Cerrar el círculo que todos los días nos va matando poco a poco”, remata.

No son cifras. Son personas. Son historias. Son sus familias tratando de encontrarles. Todos merecen ser buscados.

POR MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN
M.LOPEZSANMARTIN@GMAIL.COM
@MLOPEZSANMARTIN

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