TRES EN RAYA

No hay tapado sólo destapados, ¿o cómo?

Ante un país que se cae a pedazos y no sólo ve lo duro, sino lo tupido, el Presidente prefiere jugar al futurismo

OPINIÓN

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Verónica Malo Guzmán / Tres en Raya / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

En el juego de las corcholatas, la mañanera del martes se convirtió en el mitin de los presidenciables.

López Obrador, regodeándose de ser el único destapador, anunció: “No hay tapado, no existe eso, eso es totalmente antidemocrático, y lo mejor que puede haber es que sean los ciudadanos los que decidan”.

Acto seguido, repartió cariño a Claudia Sheinbaum, a Marcelo Ebrard (quien andaba ausente), y a Adán Augusto López. Para variar, no mencionó a Ricardo Monreal, el suspirante senador, y entre risas soltó que también estarían como presidenciales, Hugo López-Gatell (ni siquiera el Presidente cree en el desastroso estratega de combate al COVID-19) y Zoé Robledo, director del IMSS.

En una clara muestra de no tapadismo, pero sí de destapador, dijo: “yo quiero mucho a Claudia, a Adán, imagínense, es mi paisano; Marcelo está haciendo un trabajo de primera”.

Usando el dicho: farol de la calle, oscuridad en su casa, se le nota reacio a que Ricardo Monreal participe. Como lo mencionó el mismo Monreal: si López Obrador pide que nadie sea excluido de la Cumbre de las Américas, en el mismo sentido, nadie debería ser excluido de la carrera presidencial. Pero ya sabemos que, en términos bíblicos (a López Obrador le encanta citar la Biblia), ve la paja en el ojo ajeno pero no la viga en el propio. Ya ayer, refiriéndose al senador, el Presidente dijo que nadie afín a la Cuarta Transformación será de antemano excluido. En fin… Volver la conferencia de prensa de presidencia, un acto de campaña anticipada, tiene muchos matices. Desde la señal que buscan todos, y a la que cada quien puede dar la interpretación que mejor se ajuste a sus sueños, hasta la hueca realidad que nos azota.

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Sí, ante un país que se cae a pedazos y ya no solo ve lo duro, sino lo tupido, el Presidente prefiere jugar al futurismo y sueña con el continuismo. ¿Podrá continuar gobernando desde La Chingada (su rancho) a través de alguna de sus corcholatas? ¿Por qué se empecina en bromear incluyendo a figuras como López-Gatell?

AMLO muestra reiteradamente que lo suyo, lo suyo, no es el gobierno, es la grilla política. Juega con sus corcholatas para que, a los gritos de ¡Presidente! o ¡Presidenta!, en diferentes puntos de México, y arropados en las distintas campañas a gobernador, se desenvuelvan las verdaderas campañas con visos a 2024.

Lo que nos regresa a lo principal: ¿cómo será el país que le tocará gobernar al próximo primer mandatario? ¿Quién podrá restaurar la hermandad de los mexicanos, olvidar la división impulsada desde la mañanera y terminar con la violencia que azota al país en todos sus rincones?

Eso es lo fundamental: que alguien logre gobernar el país, y no solo ser una corcholata que, una vez destapado el envase, se tire a la basura.

POR VERÓNICA MALO GUZMÁN
VERONICAMALOGUZMAN@GMAIL.COM
@MALOGUZMANVERO

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