Esta semana celebramos el Día Mundial del Internet y si bien para algunos de nosotros se trata de una herramienta con el cual hemos crecido, para otros representa un antes y un después en la forma de interactuar con otras personas y entidades. Lo cierto es que hoy en día, para casi todos, el Internet es el principal medio en el que desarrollamos buena parte de nuestras actividades.
Si bien las ventajas del internet son muy diversas, es una realidad que también existen varios retos importantes que quedan por delante en el uso de esta herramienta. Precisamente la conmemoración de este día, cada 17 de mayo, nos anima a hacer una reflexión al respecto.
Las ventajas son muchas y por todos conocidas. La WWW ha demostrado ser un medio efectivo para continuar las labores productivas y educativas a distancia, durante el aislamiento físico al que nos obligó la pandemia por COVID-19; además de continuar siendo el principal medio de contacto entre ciudadanos y gobernantes, gracias a la evolución del gobierno digital.
Sin embargo, el Internet también representa grandes desafíos. En mi opinión, los principales son: reducir la brecha digital que existe en nuestro país; la contención de las vulnerabilidades y los ciberataques; y la redifinición de la privacidad por diseño y defecto en la digitalización y el Internet de las Cosas.
Vamos por partes. En cuanto a la brecha digital, conforme a la última Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH), publicada por el INEGI en 2021, en México existe un 49.6% de habitantes en zonas rurales y 21.7% en zonas urbanas, sin acceso a Internet. Si queremos adoptar el acceso a Internet como un derecho humano, es menester reducir estas cifras.
Por lo que hace a las vulnerabilidades, tristemente nuestro país ha sido el blanco de más de 80,000 millones de ataques durante el primer trimestre de este año, de acuerdo con cifras de Fortinet México; además de colocarse como el segundo país con más ciberataques a nivel de Latinoamérica, únicamente por debajo de Brasil.
Y es que la aceleración digital es avasalladora, pues prácticamente cualquier objeto utilizado en la vida diaria puede tener una conexión a internet, el conocido Internet de las Cosas, lo que los hace susceptibles de alguna vulnerabilidad digital.
Ante estos últimos dos puntos, es importante que los desarrolladores de la tecnología implementen medidas de seguridad y privacidad desde el diseño, es decir, que la protección a la privacidad y a los datos personales se incorpore desde la gestación de cualquier proyecto. Sólo así se generará un ambiente seguro para los usuarios finales.
Internet es un entorno con un potencial ilimitado donde todas y todos podemos contribuir a mejorarlo. Con ello, hagamos lo que nos corresponde.
Laura Lizette Enríquez Rodríguez, Comisionada Ciudadana del INFOCDMX
@lauraenriquez
@InfoCdMex
MAAZ