COLUMNA INVITADA

En México no se llama bournout, se llama necesidad

No importa el estrés, porque se necesita el trabajo, el perder el mismo nos condena al sufrimiento que se traduce en depresiones, ansiedad y en más enfermedades mentales

OPINIÓN

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Sara Elvira Morgan Hermida / Columna Invitada / El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

En una época en que el reconocimiento y avances de los derechos se decantan hacia el lado de los derechos humanos, del ser y donde supuestamente cuestionamos esta era consumista. La pandemia, digitalización, nuevas formas de percibir el trabajo, han irrumpido de forma ruidosa. En donde la automatización es un presente más allá de la ficción. Es una era en la que más trabajamos y menos somos aquellas personas que queremos ser.

Muchos sociólogos o estudiosos del tema auguraban que tendríamos semanas de 15 horas, pero sus predicciones fueron contrarias a la realidad y hoy día es cuando más extendido es el horario laboral, por supuesto la Ley Federal del Trabajo indica ocho horas como máximo y divide las actividades en mixtas al horario de mañana y noche con un máximo de siete horas y media. Por último, horario nocturno de siete horas.

Entendamos una cosa para aquellas personas que están angustiadas de perder el trabajo por la paulatina intromisión de la automatización, ésta nos hará laborar mucho más, no es que de pronto una maquina te sustituya en tus labores; quizá en labores como cobradores de estacionamientos y cuestiones que no requieran la creatividad y consciencia humana esto suceda, pero en lo demás la planeación es que trabajemos mucho más acompañados de la digitalización que no tiene horarios. Es verdad, lo que rige la ley en un horario, pero muy pocas personas se atreven a cuestionar si les hablan, pasado el tiempo de oficina y muchos más, se ven en la necesidad de concluir sus labores en casa, pues el tiempo no fue suficiente. En otros países se considera que si no concluyes tus labores dentro del horario establecido el problema eres tú, porque no gestionaste de forma adecuada el tiempo laboral. En Canadá a las seis de la tarde apagan las luces de las empresas para evitar que la gente se quede a trabajar horas extras, pero en México y en Estados Unidos las cosas son completamente diferentes a una persona que labora más allá de su horario la admiramos ya que se considera que tiene una ética laboral muy desarrollada.

Lo que importa es que trabaje; no que tenga vida privada y en ese aspecto, no son los empleadores los que únicamente fomentan esa idea absurda del trabajo eterno, también lo son los propios trabajadores, entre sí.

Otro aspecto se une a este coctel mortal, las personas requieren recesos, y descansos continuos para su salud mental, pero también requieren el dinero, para comprar lo indispensable para la vida. Habiendo muchas personas que buscan un trabajo que compense su bienestar y donde la juventud empuja por encima del saber hacer cuidar el trabajo implica incluso soportar y promover un ambiente laboral desastroso, para hacer que los nuevos no puedan dentro del mismo y que los que están puedan subsistir un poco más. Sin duda, una gran contradicción al rumbo en que nos queremos dirigir y por ello estos derechos que hoy arriban a las empresas como obligatorias, referidas a tener un ambiente libre de violencia, han tenido muchas resistencias, no sólo de los empresarios o personas físicas empleadoras, sino además de los propios trabajadores.

La norma 035 referida a la previsión de riesgos psicosociales en las empresas y que para una más fácil definición llamamos “Buen ambiente laboral,” son un gran intento de cambiar el destino de nuestras vidas dentro del empleo, pero no sirven de nada sin que cada parte cambie la forma de actuar. Me refiere a que las empresas dejen de tener limites a la edad de contratación y se fijen más en que equipos diversos son los que más se comprometen en la prosperidad de la entidad que les da trabajo. Los trabajadores, por su parte, tienen que esforzarse en erradicar conductas, que realizar de forma abusiva por miedo o por ignorancia, finalmente tocaría al gobierno no estar fiscalizando, sino orientando para un mejor ejercicio de la conducta entre empleadores y trabajadores.

La pandemia nos cambió nuestros valores o más bien los puso en el lugar correcto, pues a muchas personas nos afectó de diferentes maneras. Las más triste fue la perdida de seres queridos, que dejó a un país lleno de orfandad. La carencia de empleos que hoy no han tenido retorno. Y por supuesto, el enorme sufrimiento que ha producido que a menor cantidad y calidad de empleos muchos trabajadores altamente calificados bajen escalones salariales, de calidad y cantidad para poder tener ingresos mínimos y seguir adelante.

En esas estamos cuando la Norma 035 se presentarse en las oficinas privadas, porque en las de gobierno, no existe ni rastro de esta. Y les indica a los trabajadores sus derechos a tener espacios donde exista una buena convivencia y confort que permita el desarrollo de sus funciones. No quiero decir con esto que no existan empresas donde la norma este rebasada, pero tampoco son tantas, y a decir, verdad, como siempre en México, se trata de cumplir para que la empresa subsista. Bajo este contexto, es como aquellos que hablan de forma políticamente correcta, pero que de ninguna forma piensan de forma correcta.

No importa el estrés, porque se necesita el trabajo, el perder el mismo nos condena al sufrimiento que se traduce en depresiones, ansiedad y en más enfermedades mentales.

México no cambiará porque el hecho de generar miles de normas, el país tiene que cambiar cuando desde la perspectiva de la realidad se determinen las rutas a seguir.

Mientras tanto, aquí por encima del Burnout esta la necesidad.

POR SARA ELVIRA MORGAN HERMIDA
CONSULTORA EN MATERIA LABORAL
@MORGANSAREL

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