Como en todas las guerras, siempre hay terceros mejor beneficiados. En la invasión de Rusia a Ucrania no es diferente, Qatar está llenando sus arcas con euros, tras convertirse en la mejor opción de Europa para sustituir el abasto de gas que distribuía Moscú.
Las exportaciones de energía de Qatar estaban por alcanzar los 100 mil mdd este año por primera vez desde 2014, de acuerdo con las tendencias del primer trimestre, según cálculos de Bloomberg.
Qatar se ha vuelto un país crucial para los europeos en su frenética búsqueda por reemplazar las importaciones rusas. Por un lado, la Unión Europea impuso sanciones contra Moscú por su invasión a Ucrania y, por otro, está la respuesta del gobierno de Vladimir Putin a esos castigos condicionando la venta del energético.
Junto con Australia, este pequeño país de Medio Oriente es el mayor exportador de gas natural licuado del mundo y un potencial aliado comercial para la UE, que hasta ahora cubren cerca de 40% de sus necesidades desde el mercado ruso.
Esa dependencia energética entre Europa y Rusia no había sido gran problema hasta que, el pasado 24 de febrero, el Kremlin decidió incursionar en Ucrania con el argumento de desnazificar y proteger a los separatistas prorrusos, haciendo la relación comercial insostenible.
Europa está firmando acuerdos a largo plazo para aumentar las importaciones de gas desde otros países, pero no es una solución suficiente para compensar la potencial pérdida de importaciones de gas ruso en el corto plazo.
En el caso de Alemania, 55 por ciento del gas que consume llega de Rusia, lo que significa una alta dependencia, y colocó al gobierno del canciller Olaf Scholz entre las espada y la pared ante las sanciones del bloque europeo y la respuesta de Rusia.
No basta con que Alemania reciba barcos con gas natural licuado desde otras latitudes; necesita construir instalaciones para procesarlo, un plan que puede llevar de tres a cinco años, pero Berlín está redoblando esfuerzos para acortar tiempos.
Así es como Qatar entra en una buena posición a la mesa de negociaciones, tras el inicio del conflicto bélico, justo cuando ya había realizado importantes inversiones para aumentar la producción y la infraestructura gasífera.
Qatar ya estaba en los ojos del mundo, y no por el gas, sino porque es el país anfitrión del próximo Mundial de Futbol, el problema y las críticas a esa nación son por una serie de abusos en contra de unos 30 mil trabajadores que construyen estadios, un aeropuerto, un sistema de Metro y varias carreteras, según Amnistía Internacional.
Claro sin dejar de mencionar a la mexicana Paola Schietekat, quien denunció cómo las mujeres pueden llegar a ser muy vulnerables en ese país islámico. Después de revelar una agresión sexual, las autoridades favorecieron a su atacante y fue condenada a siete años de prisión y 100 latigazos. Lo bueno es que pudo evadir esa tiranía.
POR ISRAEL LÓPEZ
COLABORADOR
ISRAEL.LOPEZ@ELHERALDODEMEXICO.COM
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