ASÍ LO VEO YO

Israel, entre hachas terroristas y festejos nacionales

En tan sólo un instante, 16 niños se convirtieron en huérfanos, algunos de ellos tuvieron que presenciar el horroroso asesinato de sus padres

OPINIÓN

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Jana Beris / Así lo veo yo / Opinión El Heraldo de México

El pasado jueves 5 de mayo, cuando los israelíes todavía estaban celebrando su 74° aniversario de independencia, llegó un nuevo/viejo recordatorio de los desafíos con los que se tiene que lidiar, al ser cometido un terrible atentado terrorista en la ciudad de Elad.

Dos terroristas palestinos de 19 y 20  años de edad, llegaron a un parque en el que numerosas familias aprovechaban  el asueto nacional, y comenzaron a atacar civiles a hachazos. Con ello, lograron matar a tres hombres y dejaron a otros cuatro seriamente heridos.

En tan sólo un instante, 16 niños se convirtieron en huérfanos, algunos de ellos tuvieron que presenciar el horroroso asesinato de sus padres.

Dicha situación fue resultado directo clarísimo de la incitación del jefe de la organización terrorista Hamas, desde la Franja de Gaza, Yehia Sinwar, que exhorta constantemente a perpetrar estas agresiones.

Unos días antes, había pronunciado un discurso especialmente grave, en el que llamó explícitamente a los árabes ciudadanos de Israel y también a los palestinos residentes en Cisjordania (Judea y Samaria) a atacar ciudadanos israelíes con todo lo que pudieran, ya sea con armas de fuego, cuchillos de cualquier tipo o hachas, lo que tengan.

Yo siempre creí que la mayoría de la población palestina quiere para sus hijos lo que yo quiero para los míos: que crezcan en paz y felicidad, con salud.

Me niego a creer que la mayoría apoya el terrorismo. Pero al mismo tiempo, los responsables de lo que está pasando no son solamente los que empuñan las armas, aprietan el gatillo, acuchillan o matan a hachazos.

Los responsables son aquellos que incitan, llaman a cometer atentados, los que salen a repartir golosinas por las calles para celebrar la muerte de más israelíes, y los que gritan por los parlantes de las mezquitas "Alá hu-Akar" o sea "Dios es grande", al enterarse de los muertos en Israel.

 Y si realmente la mayoría se opone, no da ninguna muestra de ello. El problema es que lo que se impone en el discurso público –y cabe destacar que no sólo de Hamas– es la postura extremista favorable al asesinato.

El único consuelo ante esta situación que continúa cobrando víctimas, es pensar dónde está Israel y dónde están los terroristas que imponen desgracia a su propio pueblo.

En Israel se mantiene apoyando al desarrollo y el progreso.

Pocas horas antes del atentado, se llevaba a cabo la ceremonia del Premio Israel, el máximo galardón que otorga el Estado a investigadores de primer nivel en diversas áreas.

Y pocos días después, prestó juramento el primer juez árabe musulmán en la Suprema Corte de Justicia de Israel. Abismal diferencia entre las partes.

POR JANA BERIS
PERIODISTA

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