COLUMNA INVITADA

En la antesala de la regresión: Roe vs Wade a debate

La sentencia, que data de 1973, significó un parteaguas para los derechos de las mujeres

OPINIÓN

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Claudia Ruiz Massieu / Colaboradora / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Es poco frecuente que una decisión de la Suprema Corte de Estados Unidos se analice con tanto detenimiento, o suscite atención más allá de ese país. Sin embargo, en recientes semanas hemos sido testigos de la relevancia que ha tomado en medios de comunicación y en la agenda pública el debate respecto del proyecto que intenta revertir, a casi 50 años de su adopción, la histórica sentencia de Roe vs. Wade. Decisión que significó un parteaguas para los derechos sociales, particularmente los de las mujeres.

La sentencia, que data del año de 1973, reconoció como derecho constitucional la libertad de las mujeres para decidir sobre la posibilidad de interrumpir su embarazo dentro de los dos primeros trimestres de gestación, al considerar que éste se incluía en el derecho a la esfera privada protegida por la Decimocuarta Enmienda. No obstante, dicha decisión también señaló que los poderes públicos podían regularlo en lo que correspondía al segundo y tercer trimestre. El derecho, que ha sido sometido a duras pruebas (como la sentencia Planned Parenthood vs. Casey de 1992, que modificó el criterio de los dos trimestres por la de la viabilidad de vida del feto), ha sido siempre objeto de crítica por quienes no reconocen el derecho de la mujer a decidir, sea por creencias religiosas o ideas conservadoras. Pese a ello, había resistido dichos embates.

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La semana pasada las alarmas se encendieron entre distintas organizaciones por los derechos de las mujeres a lo largo de la unión americana, pues se hizo público un proyecto que el Juez Samuel Alito circuló en febrero de este año entre integrantes de la Suprema Corte. En dicho proyecto, el Juez sostiene que la lógica de Roe vs. Wade es incorrecta, y que el derecho al ejercicio no limitado de las libertades de cada persona, no incluye el derecho al aborto. Además, expone la necesidad de buscar el precedente en la historia jurídica estadounidense, la cual, en su opinión, excluye tajantemente dicho derecho.

Es decir, la suya es una revisión que va en sentido contrario a la progresividad de los derechos, a los precedentes que se vieron sustentados en la resolución ahora a debate, y abre la puerta para que sea cada legislatura local la que siente las bases para admitir si las mujeres tienen la libertad de decidir sobre la interrupción del embarazo antes de los tres meses de gestación.

No es, entonces, extraño que no sólo en los Estados Unidos, sino en todo el mundo la noticia sea tan debatida. Se suele obviar la importancia histórica que tienen las decisiones judiciales del país norteamericano más allá de sus fronteras, pero su influencia es notable no sólo en la doctrina jurídica de otros Estados, sino también en su debate político.

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En los últimos años diversos países adoptaron una legislación progresista en el tema, derivado de las movilizaciones y demandas de grupos de mujeres, por ejemplo en Argentina y Colombia, mientras que otros tomaron medidas más radicales, como El Salvador. En un momento de alta tensión en torno a los derechos y libertades políticas de las mujeres, la decisión que está en manos de la Suprema Corte estadounidense puede ser crucial para una lucha política que es de la comunidad, de cada Nación y del mundo, por estar implícito un derecho humano.

POR CLAUDIA RUIZ MASSIEU
SENADORA DEL PRI
@RUIZMASSIEU

CAR

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