En la presidencia de AMLO México ha vuelto a ocupar un papel de liderazgo en América Latina, bajo las premisas de respeto a la soberanía de los países y no intervención en sus asuntos internos. Estos principios, que conforman la Doctrina Estrada, han sido objeto de críticas en tanto que el viejo régimen los utilizaba como una suerte de pacto implícito para que México se hiciera de la vista gorda ante las atrocidades de regímenes extranjeros, a cambio de que estos hicieran lo mismo con el de México.
En el gobierno de la 4T el respeto a esos principios no responde a pactos implícitos, sino a un genuino respeto por la autodeterminación de los pueblos y el rechazo al intervencionismo como el que Estados Unidos ha llevado a cabo con otros países a lo largo de la historia. Por eso, es lamentable que las voces opositoras insistan en que México asuma posturas de confrontación con otros gobiernos por cuestiones ideológicas, como lo hicieron los gobiernos del PAN con los cuales México no solo perdió presencia en el ámbito internacional, sino también liderazgo en América Latina con episodios vergonzosos como el “comes y te vas”.
Un ejemplo de la acertada política exterior del actual gobierno fue haber condenado la invasión rusa a Ucrania, pero sin caer en la confrontación abierta y el rompimiento con el gobierno de Putin; y es que la postura del gobierno de AMLO es que México sea factor de diálogo en el concierto de las naciones, no de división y confrontación, que es lo que pretende la oposición traidora a la patria.
Otro ejemplo lo tuvimos en la gira por Centroamérica de AMLO, al visitar Guatemala, país al que su actual gobierno declaró capital provida. Se trata de una ideología que no compartimos en la 4T, pero no por eso nuestro gobierno ha roto relaciones ni se ha confrontado públicamente con el Presidente Giammattei.
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En congruencia con su postura de privilegiar el diálogo y la diplomacia, durante dicha gira AMLO reiteró su llamado al gobierno de Estados Unidos a no excluir a ningún país de la Cumbre de las Américas que se realizará el próximo mes de junio en Los Ángeles y, con el liderazgo que hoy tiene nuestro país entre las naciones latinoamericanas, anunció que insistirá al presidente Biden para que así sea. No puedo sino expresar mi total coincidencia y pleno respaldo a la postura del gobierno mexicano.
Es una incongruencia que Biden, que fue Vicepresidente en el periodo en que Obama reinició el proceso de normalización de relaciones con Cuba, hoy excluya a ese país caribeño y preserve los retrocesos del xenófobo Trump. También es una incongruencia que excluya a Venezuela y Nicaragua cuando fuera de reflectores sostiene diálogo con ambos países, por el tema del petróleo con el primero y por temas comerciales y de remesas con el segundo.
No se trata de defender dictadores como algunos pretenden hacer ver; sino de que a través del diálogo, la inclusión y el respeto a la soberanía, las naciones hagan frente común ante problemas comunes.
¡En la Cumbre de las Américas o todos o nadie!
POR BENJAMÍN ROBLES MONTOYA
DIPUTADO DEL PT
@BENJAMINROBLESM
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