TRES EN RAYA

El Informe de la SFP: Un déjà vu

Exonera al presidente López Obrador y al empresario Daniel Chávez Morán de los posibles delitos de conflicto de interés, soborno o cohecho

OPINIÓN

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Verónica Malo Guzmán / Tres en Raya / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Si a usted le parece que esta película ya la vio, no está muy equivocado. Nuevos actores, misma trama. Al menos una ciertamente muy parecida. Dos casas: una blanca y otra gris.

En la versión actualizada –no por ello mejorada–, el informe de la Secretaría de la Función Pública exonera al presidente López Obrador y al empresario Daniel Chávez Morán de los posibles delitos de conflicto de interés, soborno o cohecho.

Poco importa que José Ramón López Beltrán, primogénito de nuestro primer mandatario, esté empleado (en Estados Unidos) por los hijos de este hotelero. Temas baladíes que el señor Chávez Morán sea gran contratista del gobierno federal mexicano, o que la página donde se anuncia la empresa en la que trabaja José Ramón haya sido creada un día antes de salir a la luz pública (como quien dice, para rellenar los huecos que había en la narrativa).

Tampoco es significativo que el vástago no esté dado de alta en la barra de abogados de Texas para poder laborar como tal. Intrascendente el hecho de que se diera apenas también la ampliación de la concesión de playas a grupo Vidanta, cuyo dueño es el mismo empresario, Chávez Morán...

El comunicado de la SFP menciona: “La investigación determinó que no se encontraron evidencias competentes y concluyentes que acreditaran la presunta comisión de hechos, actos u omisiones susceptibles de configurar alguna falta administrativa atribuible al servicio público”. Copia calca del informe que se presentó en el sexenio pasado.

Pero en aquel entonces, la Casa Blanca fue la puntilla que desencadenó la conformación del Sistema Nacional Anticorrupción (hoy tan de capa caída) y fue también el impulso más importante para el discurso de López Obrador rumbo a la Presidencia en 2018: terminar con la corrupción y la impunidad. Una de las promesas más sentidas y que apeló a cerca de 30 millones de mexicanos en 2018.

En aquel tiempo, Virgilio Andrade, el secretario de la Función Pública que exoneró a Peña Nieto, recibió como recompensa el escarnio general. Ahora, Roberto Salcedo Aquino, el secretario que exonera a López Obrador, recibe como recompensa que la SFP haga las compras para todo el gobierno...

Tiene razón AMLO cuando clama: “no somos iguales”; tiene más familiares en situación comprometedora de los que alguna vez tuvo Peña Nieto. Basta recordar los sobres de sus hermanos Pío y Martín. O los contratos de su prima Felipa Obrador con Pemex —los cuales fueron cancelados, obteniendo a cambio otros (además de los que ya se habían devengado)—. O Concepción Falcón Montejo, esposa de Ramiro López Obrador, quien consiguió un súper préstamo del gobierno por más de un millón de pesos. Ella, a su vez, involucrada en un desfalco por más de 220 millones de pesos al municipio de Macuspana, Tabasco.

Ya podemos estar tranquilos. Con Peña y López Obrador no hubo conflicto de interés y las casas nada tuvieron que ver.

POR VERÓNICA MALO GUZMÁN
VERONICAMALOGUZMAN@GMAIL.COM
@MALOGUZMANVERO

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