ARTICULISTA

Rulfo a través de sus fotos

La violencia generada por la guerra cristera cambió para siempre la vida del escritor, pues sus padres fueron asesinados, quedando huérfano desde pequeño; esta soledad se arraigó en el artista

OPINIÓN

·
Bernardo Noval / Articulista / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Las historias de Juan Rulfo construyen imágenes al mismo tiempo que sus fotografías construyen historias. A través de sus más de 300 negativos, tomados en un lapso de entre 1940 y 1950, el artista proyectó la manera particular en que concebía y estructuraba a un México posrevolucionario.

Sus paisajes, así como los retratos capturados por el lente del artista muestran la imagen de un país nostálgico y socialmente desigual, que coincide con la situación del país. En ese momento los mexicanos presenciaron cambios importantes no sólo en cuestiones de política, pues se extendió a tal punto, que el estilo de vida de la sociedad se modificó; el arte es testimonio de este tipo de transformaciones. En este punto entra la obra fotográfica de Juan Rulfo. ¿Qué reflejan sus fotos acerca del México de los 40?

Todas sus fotografías son en blanco y negro, las cuales en su mayoría se componen en espacios al aire libre, muchos de ellos paisajes rurales o retratos de personas campesinas. De hecho, estudiosos de la fotografía del artista destacan tres tipos de series fotográficas del mexicano: serie antropológica, serie paisajista y serie arquitectónica.

TE PUEDE INTERESAR: Arte, ciencia y tecnología a través de Goeritz

Una constante en la estética del fotógrafo es el recurrente uso de la técnica del claroscuro que consiste en el juego de fuertes contrastes entre luces y sombras, y que traen a la mente las pinturas del Barroco, como las de Rembrandt o Caravaggio. Estas variaciones entre luz y oscuridad le otorgan una gran riqueza visual a las obras debido a que en la mayoría de sus tomas se presenta toda la gama de grises posibles, que va desde el negro pasando por una clara degradación de grises que culmina con el blanco puro, lo cual hace que éstas tengan en sí mismas dinamismo y le transmitan al espectador cierto dramatismo. Además, esto produce que las texturas resalten extraordinariamente.

Desde pequeño Juan Rulfo estuvo en contacto con la vida rural y con sus paisajes, pues nació en un pueblo de Jalisco en 1917. Esta época resultó muy conflictiva para la nación debido a que los mexicanos seguían sufriendo los estragos de la Revolución y, para complicar más la situación, casi una década después se presentó la guerra cristera bajo el gobierno del presidente Plutarco Elías Calles.

TE PUEDE INTERESAR: Día del artesano

Como los padres de Rulfo eran hacendados, desde joven sufrió muchas pérdidas familiares debido a dicho problema religioso. La violencia generada por este enfrentamiento cambió para siempre la vida del escritor, pues sus padres fueron asesinados, quedando huérfano desde pequeño y, desde este punto, un sentimiento de soledad se fue arraigando en él y es muy visible esta marca estética en su obra fotográfica.

Asimismo, el paisaje de ruinas y de muerte que dejó el conflicto cristero fue observado por Rulfo y quedaría grabado por siempre en la mente del artista. Es decir, que la atmósfera desoladora que maneja en su obra fotográfica no se dio por generación espontánea sino que se fue construyendo a partir de sus vivencias y que el artista jalisciense fue capaz de captar y plasmar, así como el sentir del pueblo mexicano, sobre todo el rural. Su fotografía muestra la visión de un hombre que vivió la soledad de los años posrevolucionarios y tomó conciencia de la situación hasta poder proyectarla por medio del arte.

POR BERNARDO NOVAL
CEO MUST WANTED GROUP
@BERNIENOVAL
@MUSTWANTEDG

CAR

SIGUE LEYENDO

Entrelazando culturas: México y EAU

El Museo del Futuro

Las guerras…