RECUERDOS DE JOSÉ SULAIMÁN...

El tiempo, lo más valioso en nuestra vida

Si hacemos un análisis sencillo de un día común, podremos encontrar mucho tiempo perdido por culpa nuestra, o por los demás; eso no importa, simplemente ese tiempo que se fue, jamás volverá

OPINIÓN

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Mauricio Sulaimán / Recuerdos de José Sulaimán... / Opinión El Heraldo de México Créditos: Especial

El tiempo es comúnmente ignorado por los seres humanos sin entender que los minutos, las horas , los días perdidos nunca regresarán.

Si hacemos un análisis sencillo de un día común, podremos encontrar mucho tiempo perdido por culpa nuestra, o por los demás; eso no importa, simplemente ese tiempo que se fue, jamás volverá.

Nuestro día a día está controlado por el maldito celular; sí, seguramente usted que está leyendo esta columna en su smartphone, y siendo lunes, durante tiempo laboral. 

Así también estamos con el celular con la familia, en vez de disfrutar esos momentos; esas miradas, sonrisas, la plática y la convivencia. Igual sucede con los amigos, estando en grupo; todos estamos chateando con alguien que está lejos y el celular nos acerca a ellos, pero nos  aleja de quienes están ahí junto a nosotros.

Siempre recuerdo una frase que el entrañable amigo de mi papá, Yamil Chade, decía: “Los años te enseñan lo que los días ignoran”. 

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Efectivamente, cuando reflexionas lo que ha sucedido en el tiempo, te das cuenta de cómo no valoraste aquellos momentos cuando estaban sucediendo. Nunca es tarde para empezar, hagamos el propósito de darle el valor a nuestro tiempo y hay algunas cosas muy prácticas que pueden lograr este objetivo:

 1) Agendar nuestras actividades de día, semana y mes, y llevar un buen control y administración de nuestro tiempo. 2) Dejar a un lado el celular en horarios específicos: comida, cena o tiempo familiar.
3) Escoger las citas y encuentros a los que debemos acudir. 4) Determinar el tiempo de duración de una reunión de zoom (cómo se pierde tiempo en la plática para romper el hielo). 5) Planear el día por la mañana y evaluar resultados por la noche.

Hablando de plazos, uno de los principales elementos de una pelea de boxeo... ¡es el tomador de tiempo! Al inicio de este deporte no existía. El primer round terminaba cuando uno de los combatientes sangraba, y a partir de ahí, cada round terminaba cuando uno de ellos caía. 

DISCRETO. El tomador de tiempo cumple una labor callada, pero fundamental dentro del mundo del boxeo.

Les dejo de tarea investigar cuándo fue que se puso tiempo a los rounds. Estos duran tres minutos de acción por un minuto de descanso.  En femenil son 120 segundos de combate y 60 sin acción. 

Es aquí dónde el tomador de tiempo forma parte de las peleas de boxeo, siempre escondido sin tener ningún reconocimiento de nadie, ¡pero aguas si comete un error! Ahí sí que se lo comen. 

Jamás se ha escuchado: “qué buena labor hizo el tomador de tiempo, ¿o sí?”.

Además de sonar la campana para iniciar y terminar el round, o un retraso de tiempo, se han instituido otras prácticas de importancia y que son realizadas por este individuo. Se debe señalar, cuando faltan 10 segundos para terminar el round, esto para alertar al réferi, y así hacer que esté muy cerca de la acción para detener la misma al sonar la campana. Muchos años atrás se utilizaron unos focos en las esquinas, los cuales eran prendidos por el tomador de tiempo, accionando un switch al llegar los 10 segundos. En la actualidad, la mayoría de ellos tocan unas tablas, que dan el sonido que alerta al réferi y a boxeadores. En Inglaterra, el tomador de tiempo levantaba su mano; aún lo hace en muchas arenas, aunque ya están adoptando las prácticas internacionales de hacer sonar las tablas.

En México y otros países, también este individuo sopla un silbato, 10 segundos antes de iniciar el round para que los seconds salgan del ring, antes de sonar la campana.

Otra de las grandes responsabilidades es auxiliar al réferi, con el conteo cuando hay caídas. Al momento, debe iniciarlo con su mano y usando un guante blanco, eso permite al tercer hombre sobre el ring a atender mecánicamente lo que debe hacer: cómo valorar al boxeador derrumbado, y enviar a la esquina neutral al que está de pie; ya después voltea a ver al tomador de tiempo, lleva la cuenta y la continua.

Este personaje debe también atender al llamado del réferi cuando pide que se detenga el reloj para atender alguna situación en el ring; comúnmente es para llamar al doctor a inspeccionar a un peleador, quitar cinta de los guantes que se ha desprendido, reponer el protector bucal cuando se ha caído, y otras situaciones que suelen ocurrir.

Entonces, el tomador de tiempo necesita un cronómetro para los tres minutos del round, otro para el minuto de descanso; un silbato para los 10 segundos antes de iniciar el round, unas tablas para los 10 segundos antes de finalizar el round, una campana y su martillo o pieza de metal.

Una función de boxeo se compone de 6 a 10 peleas normalmente; las grandes funciones llegan a tener hasta 15 combates. En promedio se tienen 60 rounds de combate en una noche de boxeo. Son 60 rounds en los que el tomador de tiempo debe estar en absoluta concentración y ejecución de todos estos elementos que en realidad nadie se da cuenta al ver una función de boxeo. El tomador de tiempo es uno de los héroes anónimos del deporte.

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¿Sabías que...?

Hay muchas comisiones de boxeo que equivocadamente tienen como regla, que la pelea oficial es a partir de que suena la campana terminando el cuarto round. La realidad es que el minuto de descanso pertenece al round que se combatió, y es injusto quitarle ese minuto a las esquinas, doctores o réferis para poder tomar una determinación en caso de tener que detener el combate. Para el WBC, la regla es que no es combate oficial, hasta que suena la campana para iniciar el quinto round.

Anécdota de hoy

Una de las más grandes sorpresas en la historia del boxeo se dio en Japón, cuando James Buster Douglas noqueó a Mike Tyson para quitarle lo invicto y sus cinturones de campeón mundial. La realidad es que Douglas le dio una paliza a un Tyson, que llegó sin entrenar y con muchos problemas personales que lo llevaron a una indisciplina. Y aunque estaba tan confiado de ganar fácil a Douglas que hasta los momios en las apuestas estaban 42 a 1.

CONTROVERSIA. El día que el campeón Mike Tyson perdió el invicto, el 11 de febrero de 1990, en Japón.

Fue en el Tokyo Dome, donde se dio una de las controversias más grandes, pues en el octavo round, Tyson por fin logró conectar a su rival, mandándolo a la lona, pero el réferi no siguió las mecánicas adecuadas, pues al caer Douglas, éste dirigió a Tyson a la esquina neutral y para cuando inició la cuenta a Douglas, el tomador de tiempo ya iba en cinco, y el réferi empezó en uno. Esto hizo que fuera una cuenta larga, y así, Buster se incorporó justo entre el nueve y el 10, pero estuvo 15 segundos en la lona. Douglas se logró recuperar y noqueó dos rounds después al exhausto Mike Tyson.

POR MAURICIO SULAIMÁN
PRESIDENTE DEL CMB
@WBCMORO

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