Amistad y traición. Dos palabras fuertes, trascendentales y profundas que marcan día a día al ser humano; además, a veces generan malas decisiones, injusticias y, en su mejor versión, fortaleza.
La amistad es una relación afectiva entre dos o más personas que no son familia. Es preciso comprender que corresponde a la naturaleza humana tener amistades en diferentes ámbitos y circunstancias a lo largo de la vida.
La traición, en cambio, es la falta que comete alguien contra quien considera su “amigo”. Quien no cumple con su palabra y con la fidelidad a la amistad y, por el contrario, difunde, por ejemplo, información privada, a veces hasta confidencial, a contrarios o adversarios, se convierte en un traidor.
Son diferentes las formas de traición: la personal contra “un amigo”. La otra está en otro nivel, como ciudadano, político, funcionario, miembro del Ejército, etc., contra la patria. Un ejemplo es lo que hoy se está discutiendo en torno a quien debe tener el control o mayoría de la energía del país o del valioso litio. ¿Acaso empresas extranjeras o instituciones del estado mexicano y el juicio del pueblo de México estarán por encima de partidos o posiciones políticas o sociales? Ya se verá con el tiempo o en próximas elecciones y se escribirá, sin duda, en la Historia.
Recordemos que una traición jamás es de un enemigo, siempre viene de quien menos se espera, o sea de un amigo o incluso de un familiar; en lo personal y, en otro nivel, de un “ciudadano”, en diferentes formas, contra su país.
En ocasiones un enemigo o adversario tienen honor y, con el tiempo, hasta pueden convertirse en amigos, sobre todo cuando sus acciones son “de frente”, “directas” y con mejores argumentos o fundamentos sobre una competencia, como se dice popularmente “en buena lid”, algo que siempre se valora. De los enemigos incluso se llega a aprender y, a veces, dejan de ser adversarios y se transforman en grandes amistades, sobre todo cuando ambas partes son serias y saben reconocer cuándo ganan o pierden.
Twitter político:
Esta semana inicia una serie de reuniones de organización por el próximo cambio en el Arzobispado de San Luis Potosí. El gobernador del estado, Ricardo Gallardo Cardona, me ha dado la tarea de coordinar, con el apoyo del secretario general de Gobierno y demás secretarías y áreas del estado, en coordinación con la Iglesia Católica. Al trascendente e histórico evento asistirán el representante del nuncio apostólico, cardenales, obispos, párrocos, presbíteros, monjas y más integrantes del clero mexicano.
Desde San Luis de la Patria:
POR ARQ. JUAN CARLOS MACHINENA MORALES
JCMACHINENA@HERALDODEMEXICO.COM.MX
@JCMACHINENA
CAR
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