COLUMNA INVITADA

Que difícil

Pero también es cierto que el actual gobierno, el mismo que prometió una solución para todos los males nacionales, ha sido incapaz, ya no digamos de dar una solución al problema de la inseguridad, sino tan siquiera de ir en la ruta correcta para encontrar una salida

OPINIÓN

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Héctor Serrano / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Ser mujer en este país se ha convertido en algo peligroso, el caso de Debanhi Escobar, logró poner una vez más en la agenda nacional los extremos niveles de inseguridad que padece este sector de la población, en particular, las mujeres jóvenes que, por su condición y movilidad, son las más vulnerables. Diariamente se suman a la estadística casos sin resolver, se reportan más de 20 mil mujeres desaparecidas en México, pero el número puede ser mucho mayor.

No hay datos confiables que reflejen la verdadera magnitud del problema. Las cifras oficiales suelen estar maquilladas para tratar de ocultar una terrible realidad; en México las mujeres son asesinadas, secuestradas y vulneradas de manera impune. En honor a la verdad, el problema no es nuevo ni se generó en este gobierno, es una rancia herencia de otras administraciones que no pudieron resolverlo en su momento, se dejó crecer y ahí están las consecuencias.

Pero también es cierto que el actual gobierno, el mismo que prometió una solución para todos los males nacionales, ha sido incapaz, ya no digamos de dar una solución al problema de la inseguridad, sino tan siquiera de ir en la ruta correcta para encontrar una salida. El número de mujeres asesinadas, desaparecidas y violentadas, no solo no ha disminuido en los casi 4 años del gobierno morenista, al contrario, las cifras van en aumento.

Es muy arriesgado afirmar que exista falta de voluntad, si pudieran ya hubiesen solucionado el problema, a ninguna autoridad le conviene enfrentar a una sociedad lastimada, ofendida y harta, sobre todo cuando cualquier mujer está en riesgo, la violencia hacia ellas no distingue entre chairas y fifís, todas son vulnerables, no importa en donde vivan ni su ideología. La desaparición forzada de mujeres es un problema nacional que compete a todos los niveles de gobierno, pero en especial al federal.

Los ciudadanos debemos unirnos para un fin común: exigir una solución inmediata al problema de la inseguridad, haciendo mayor énfasis en los delitos cometidos contra las mujeres, no deben importar colores partidistas, ideologías ni fobias, los mayores responsables son las autoridades, y ellos, en teoría, las representan a todas por igual. No podemos seguir permitiendo los discursos que reparten culpas al pasado sin asumir su responsabilidad.

Estamos en un punto de quiebre, exigimos con mayor fuerza su derecho a vivir seguras y generamos consecuencias contra la incapacidad gubernamental ó normalizamos la desaparición de mujeres y nos acostumbramos a vivir así, con el constante miedo de que algo les pase. Esta lucha no es solo de ellas, también los hombres tenemos que pelearla; por nuestras amigas, compañeras, hijas, madres, esposas, hermanas y jefas, por todas ellas.

Lamento profundamente que Debanhi Escobar ya no esté con nosotros, su pérdida es irremediable. Deseo que su caso siga visibilizando el enorme peligro que las mujeres corren diariamente y aporte luz ante tanta oscuridad. A su familia y amigos mi sincera solidaridad. Que difícil es ser mujer en este país.

POR HÉCTOR SERRANO AZAMAR
COLABORADOR
@HSERRANOAZAMAR

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