El terrible caso de Debanhi Escobar Bazaldúa no debe quedar en el olvido porque ejemplifica el fracaso de las autoridades de seguridad y justicia estatales en todo el país. Nuevo León y el país perdimos a una joven estudiante que quería ser una profesionista encaminada a estudiar leyes en un país de muy alta impunidad. Es una tragedia desde cualquier ángulo que se quiera analizar este caso.
El municipio de General Escobedo fue uno de las tres ciudades en donde más aumentó la percepción de inseguridad de diciembre 2021 a marzo 2022 con un 30.3%. Ahí el 57.3% en promedio de la población de mujeres y hombres mayores de 18 años reportó que se siente insegura. Pero como en el resto del país hay una brecha entre la percepción de inseguridad que tienen las mujeres. En Escobedo el 63.3% de las mujeres se sienten inseguras en comparación con el 51.7% de los hombres. Hay una clara diferencia de género en estas estadísticas. Hay casi un 12% más de población de mujeres que sienten esta inseguridad en este municipio. A nivel nacional esta brecha es muy similar el promedio es de 66.2% pero el 71.1% de las mujeres declaran sentirse inseguras en este país mientras que solo 60.4% de los hombres manifiestan este sentimiento.
Debemos señalar que Nuevo León es uno de los estados que menos agentes del ministerio público tiene. Mientras que el promedio nacional es de 10.4 MP por cada 100 mil habitantes, la fiscalía estatal solo tiene 3.2 agentes. Aquí existe una clara corresponsabilidad en la impunidad estructural de la procuración de justicia en Nuevo León. Tenemos una fiscalía que no exige recursos, gobernadores que no solicitan presupuesto para contratar a más MP y un congreso local indolente a esta situación.
El poder judicial estatal tiene cuentas que rendir frente a su ciudadanía. Según el Índice Global de Impunidad de la UDLAP, Nuevo León ocupa el lugar 17 de 32 al tener solo 2.5 magistrados y jueces por cada 100 mil habitantes. De nuevo hay corresponsabilidad con los otros poderes que han descuidado la impartición de justicia a nivel estatal.
Debanhi vivía en el municipio contiguo de Apodaca dentro de la zona conurbada de Monterrey. En Apodaca el INEGI proyectó que en marzo de 2022 había 200,884 mujeres, mayores de 18 años, que vivían en ese municipio. Hoy en Apodaca vive una mujer menos que no pudo cumplir sus sueños de ser abogada egresada de la Universidad Autónoma de Nuevo León de la Facultad de Derecho y Criminología (FACDYC). Como dato extraordinario que enciende la rabia es que la UANL es pionera en los estudios de criminología en el país.
La historia y el caso de Debanhi se debe seguir con detenimiento para que no quede en una estadística.
Agenda estratégica: El día de hoy la comunidad de la FACDYC-UANL se reunirá desde las 10:10 horas para rendir un homenaje a su compañera Debanhi. En el resto del país continuarán las marchas de mujeres unidas en sororidad y empatía con la familia Escobar Bazaldúa. Aquí en Puebla habrá una marcha de mujeres a partir de las 17:00 en donde exigirá justicia también por los casos de Liliana Lozada, María Isabel, Ana Karen Martínez que siguen impunes.
POR GERARDO RODRÍGUEZ
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