Las elecciones de este año serán la penúltima prueba antes de las presidenciales de 2024. La última son las de las gubernaturas del Estado de México y Coahuila en 2023. De cara a este escenario, advierto 5 aspectos en los cuales poner especial atención.
1. El (des)equilibrio de fuerzas. En 2018 Morena ganó sus primeras 5 gubernaturas; actualmente gobierna en 16 entidades federativas. Este año se renuevan otras 6 gubernaturas, todas ellas actualmente en manos de la oposición. Según estimaciones de las encuestadoras, Morena podría obtener el triunfo en al menos 4 de ellas para quedarse con un total de 20 gubernaturas. Este probable escenario sin duda fortalecería al Presidente y su partido, de cara a 2024, y con ello tener una mejor posición de movilización que la oposición.
2. La autonomía de las autoridades electorales. En todos los ejercicios electorales desde 2018, el principal blanco de críticas ha sido la autoridad electoral, como si la oposición fuera ella. Tanto en las elecciones de 2021 como en la Revocación de Mandato se construyó, desde el partido en el gobierno y el titular del Ejecutivo, una poderosa narrativa de ataques y amenazas en su contra. El camino para debilitarla es la asfixia presupuestal. Para estas elecciones de 2022, en 4 de las 6 entidades en las que hay elecciones, la autoridad electoral local sufrió graves recortes presupuestales; el más agresivo en Durango, incluso se comprometió la organización de la elección. De cara a una casi inminente reforma electoral, no podemos perder de vista la importancia de contar con una autoridad electoral – federal y local – autónoma e independiente.
3. Más gobernadoras. Para estas elecciones hay 13 candidatas a la gubernatura, de un total de 27 candidaturas disponibles. En Aguascalientes sólo se postularon candidatas. Tal como ocurrió en 2021, habrá un importante aumento de mujeres en puestos de toma de decisiones. Actualmente 6 mujeres ostentan el Ejecutivo local en entidades federativas; este número sin duda aumentará este año. Con esta tendencia, ¿veremos en 2024 a la primera presidenta?
4. Violencia electoral y crimen organizado. Las elecciones de 2021 estuvieron marcadas por la violencia electoral, hubo más de 88 asesinatos con motivo de la elección (según conteo del Laboratorio Electoral), así como por la intervención del crimen organizado. Fueron varias las elecciones que no se pudieron llevar a cabo por este motivo y otras que se vieron comprometidas, como el caso de Michoacán, en donde la propia Sala Superior del Tribunal Electoral da cuenta de ello. Diferentes misiones de observación electoral hicieron mención a esta situación y mostraron su preocupación. Habrá que ver si en las elecciones de este año si la tendencia continúa, lo cual debe prender las alertas, pues es una situación que pone en riesgo la libertad y autenticidad de los comicios.
5. Civilidad democrática. La constante en 2021 y en el reciente ejercicio de Revocación de Mandato ha sido el desafío por parte de servidores y servidoras públicas a las normas electorales, y la proliferación de malas prácticas, las cuales van desde noticias falsas, discursos de odio, narrativa de fraude electoral e inaceptabilidad de la derrota, hasta acarreo de votantes, compra de voto y uso de recursos públicos. Este tipo de conductas no pueden convertirse en lo común dentro de un proceso electoral, pues no sólo son indeseables, sino que demeritan la calidad de nuestras elecciones y procesos democráticos.
POR ARTURO ESPINOSA
SOCIO FUNDADOR DE STRATEGIA ELECTORAL
ARTUROESPINOSA@STRATEGIAELECTORAL.MX
@ESPINOSASILIS
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