LA ENCERRONA

El "oro blanco" es nuestro

La actualidad presenta varios ejemplos de la importancia de proteger los “minerales del futuro”

OPINIÓN

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Adriana Sarur / La Encerrona / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

“Construir un futuro de energía limpia producida en EE.UU. ayudará a salvaguardar nuestra seguridad nacional” Joe Biden

Minutos después de que las y los congresistas de San Lázaro frenaran la propuesta de modificación a la Constitución al aprobar la reforma eléctrica en el país, desde Palacio Nacional llegó la iniciativa para reformar y adicionar preceptos de la Ley Minera, esencialmente para establecer que la exploración, explotación y aprovechamiento del litio quedan exclusivamente a cargo del Estado y se reserven futuras concesiones relacionadas con el preciado mineral. Esta iniciativa fue aprobada en lo general y en lo particular primero en la Cámara de Diputados y posteriormente en el Senado modificando la exposición de motivos, los artículos 1, 5, 9, 10, así como el primero, segundo y tercero transitorio del proyecto.

En este sentido, las voces de la polarización política -ahora acostumbradas- no se hicieron esperar. “El litio es de México”, “así lo tenía planeado el presidente” y en contraparte, “es una iniciativa ociosa porque el litio ya era nuestro” o “el Congreso no es oficialía de partes del Ejecutivo”. Sin embargo, las modificaciones a la Ley Minera tienen muchas más aristas que este diálogo bizantino entre ambas partes, la actualidad alrededor del orbe presenta varios ejemplos de la importancia de la discusión acerca de proteger los llamados “minerales del futuro”.

El conflicto bélico entre Rusia y Ucrania dejó expuesta la imperiosa necesidad de transitar a energías limpias y dejar atrás el uso de combustibles fósiles, pero además de lograr la urgente soberanía energética, es decir Putin no se encontraría en la posición actual si no fuese el segundo productor de gas y tercero de petróleo a nivel mundial, así como el distribuidor preponderante de toda Europa. Por este motivo es urgente medioambiental -y por seguridad nacional- lograr alternativas energéticas, ante esto los expertos de la Agencia Internacional de Energía (IEA por sus siglas en inglés)  aseguran que existen 17 minerales críticos para lograr la transición energética, siendo los más importantes cinco: cobalto, litio, níquel, cobre y grafito.

Un ejemplo fue que a tan solo unos días de la mencionada invasión, como reflejo en el espejo económico el níquel incrementó su valor en 250 % hasta superar los 100 mil dólares por tonelada, poniendo a temblar a la Bolsa de Metales en Londres. Otro botón de muestra fue lo suscitado en Bolivia, quien tiene la reserva certificada de litio más grande en América (Australia es el primer lugar en el mundo) y que en el periodo de Evo Morales (2006-2019) se hicieron las reformas conducentes para nacionalizar el codiciado mineral, decisión clave para lograr el crecimiento económico del país andino en tasas superiores al 4 % anual durante este periodo, consiguiendo consolidar a la empresa nacional Yacimiento de Litio Bolivianos (YLB).

Volviendo a nuestro país, es cierto que en el artículo 27 de la Constitución ya garantiza el dominio nacional sobre el litio y otros minerales estratégicos, también es verdad que en Sonora ya existe una concesión a la empresa china Gangfeng sobre el mayor yacimiento encontrado en nuestro país. Así, las reflexiones acerca de las empresas nacionales responsables de administrar los recursos naturales deberán ser a profundidad y con miras altas. México no debe de perder otra oportunidad de crear valor respecto al llamado “oro blanco”, esperemos que no la dejemos pasar como con los “oros” (negro y verde).

POR ADRIANA SARUR
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@ASARUR

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