COLUMNA INVITADA

La violencia y un discurso repetido

Tantas han sido las críticas del Presidente, de su círculo cercano y defensores hacia Felipe Calderón que no se dieron cuenta de la emulación que le han hecho. El discurso calderonista de “es que son peleas entre ellos con daños colaterales” no ha perdido vigencia, a más de 10 años de su sexenio

OPINIÓN

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Ignacio Anaya Minjarez / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

“Fue una masacre de un grupo contra otro en un palenque clandestino donde estaban, y llegaron y ahí balacearon a los asistentes y hubo desgraciadamente muchos muertos… Las bandas que están ahí operando —al responder sobre quienes cometieron tal acto— pero ya salió un equipo para allá, para hacer la investigación y atender el tema”. Estas palabras fueron dichas por el presidente Andrés Manuel López Obrador en su mañanera tras la matanza en un palenque en Michoacán, que dejó a 20 personas muertas. 

Aquí les van otras palabras: “Más que una guerra del gobierno contra el narcotráfico, la guerra más mortífera que existe es la que libran los criminales entre sí. En general, el gobierno puede detectar razonablemente indicios sobre las causas de los homicidios cometidos en aproximadamente un 70% de los casos”. Con tal declaración desde Presidencia de la República, el entonces mandatario Felipe Calderón justificaba en 2010 la ola de violencia que se estaba viviendo durante su sexenio.  

Tantas han sido las críticas del Presidente, de su círculo cercano y defensores hacia Felipe Calderón que no se dieron cuenta de la emulación que le han hecho. El discurso calderonista de “es que son peleas entre ellos con daños colaterales” parece no haber perdido vigencia, a casi una década de terminado su sexenio. Ya sea la guerra contra el narcotráfico o abrazos no balazos, ambas estrategias, fallidas en mi opinión, terminan evocando las mismas palabras que poco ofrecen a la esperanza de una paz en el país. Siempre será más fácil culpar conflictos internos o regionales para desligar la responsabilidad de la autoridad en materia de violencia, limitándose a un simple “se investigará”. Pero la presencia de este discurso, tanto en Andrés Manuel como en Felipe Calderón, es, en parte, un mecanismo de defensa contra el cuestionamiento de la sociedad. Un cuestionar que a la vez sale de la prensa y las noticias sobre matanzas y asesinatos en todo México.

Varios estudios demostraron que a la par de un incremento de noticias sobre homicidios, la aprobación de la estrategia de Calderón contra la violencia cayó. Por ello el discurso es fundamental para mantener los buenos ojos de la ciudadanía ante las medidas del gobierno contra este mal. En el caso del gobierno de López Obrador, la prensa ha jugado un papel importante por, entre varias razones, una en específico: la hostilidad del presidente contra ella. Su ignorancia o, mejor dicho, indiferencia ante el número de periodistas asesinados dice mucho de eso. No obstante, en la medida en que los periódicos sigan informando sobre la verdadera situación del país, sobre la realidad violenta que se vive, entonces el discurso calderonista, apropiado por la administración actual, seguirá.

POR IGNACIO ANAYA MINJAREZ
@IGNACIOANAY