DESDE AFUERA

Yo mando, tú también

Por lo pronto, se puede decir que en Argentina manda un Fernández, pero hay un debate en torno a si se trata del presidente Alberto Fernández o la vicepresidenta Cristina Fernández

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Las relaciones entre Argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI) son una saga que de hecho lleva décadas en varios actos, y el más reciente produjo ya una crisis de gobierno.

Por lo pronto, se puede decir que en Argentina manda un Fernández, pero hay un debate en torno a si se trata del presidente Alberto Fernández o la vicepresidenta Cristina Fernández.

Ciertamente, Alberto Fernández tiene el puesto mayor y en apariencia al menos el respaldo de una buena parte de la jerarquía del partido peronista, incluso gobernadores y legisladores. 

De hecho, parecería que tiene la mano ganadora.

Pero al mismo tiempo, la persona con poder real y arrastre entre los votantes del peronismo es la vicepresidenta, viuda del difunto presidente Nestor Kirchner y una hábil política por derecho propio.

Fueron en gran medida su habilidad y su reconocimiento de la realidad política las que llevaron a Cristina a proponer, en 2017, una coalición con peronistas moderados, encabezados por el propio Alberto como presidente, pero ella como vicepresidenta. Y de paso su hijo Máximo Kirchner como jefe de la bancada peronista en el Congreso.

La maniobra tuvo éxito, pero el distanciamiento entre los dos Fernández es creciente y visible, con los problemas económicos y el impacto de un nuevo acuerdo con el FMI, promovido por el Presidente y reprobado por Cristina, en el centro del debate.

Las relaciones entre Argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI) son una saga que de hecho lleva décadas en varios actos, tanto que entre 1956 y 2004, la Argentina suscribió 21 acuerdos de condicionalidad. Peor aún, de 1982 hasta 2001, estuvo continuamente bajo sus programas o en busca de aprobación.

En otras palabras, para los argentinos el FMI es mucho más que una institución financiera multilateral, sino lo que el analista Bruno Binetti considera como "una parte fundamental y muy controvertida de la vida económica y política”.

Tanto que, de acuerdo con la prensa argentina, la actual coalición de gobierno peronista parece desmoronarse en medio del debate por el más reciente convenio con el FMI, consecuencia del realizado por su predecesor, Mauricio Macri, que pese a un monto de 44 mil millones de dólares hizo poco por evitar una crisis que era mala desde entonces y no ha mejorado mucho: una economía estancada desde 2011, una inflación que llega ahora a 55 por ciento y es crónicamente alta, y una situación complicada además por dos años de pandemia y la invasión rusa de Ucrania.

Alberto y Cristina no parecen estar ahora en buenas relaciones, al grado que se asegura que no se hablan entre sí. Máximo Kirchner renunció recientemente al liderazgo legislativo peronista.

El desacuerdo en torno al nuevo convenio de refinanciamiento con el FMI puso a las dos partes al borde de la ruptura.

Pero el peronismo ha superado antes sus desavenencias y puede apostarse que así ocurrirá en lo que se refiere a las elecciones de 2023. Después de todo, su principal propósito es mantenerse en el poder.

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM 
@CARRENOJOSE1

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