SALTO CUÁNTICO

Baños y rampas

¿Cuándo será el día en que las escuelas públicas mexicanas cuenten con la infraestructura óptima para ofrecer educación a todas sus infancias?

OPINIÓN

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Karina Álvarez / Salto Cuántico / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Datos del Plan Nacional para el Desarrollo y la Inclusión de las Personas con Discapacidad de 2018 aseguran que de 7.7 millones de mexicanos que presentan un tipo de discapacidad, 45 por ciento sólo alcanzó la media de tres años de primaria, 20 por ciento llegó a niveles de secundaria y preparatoria, pero únicamente cinco por ciento accedió a una formación superior.

En la mayoría de esos casos, el motivo de deserción escolar fue porque su institución no contaba con la infraestructura que les ofreciera más comodidad para estudiar, principalmente rampas y baños accesibles para personas con la necesidad de desplazarse sobre sillas con ruedas o muletas.

El mismo plan nacional establece que la carencia de infraestructura especial impide a 565 mil niños con algún problema físico o mental acudir a la escuela.

La situación es que esta información existe desde antes de 2018 y no se ha logrado el propósito de dotar a los planteles de nivel público que hay en México por lo menos las rampas y baños accesibles para sus estudiantes con discapacidad. Actualmente se estima que dos de cada 10 escuelas públicas cuentan con la infraestructura idónea. En las privadas 8 de cada 10 tienen al menos una rampa y baños adaptados para estas necesidades.

En algunas otras escuelas, los padres de familia se han organizado para improvisar rampas, pero entonces de nueva cuenta se le quita la responsabilidad a las autoridades, las cuales son las encargadas de vigilar que los planteles cumplan con lo necesario para dotar de educación a los niños, niñas y adolescentes.

Y si las rampas y los baños no se han logrado, menos que haya escuelas públicas de educación básica que cuenten con elevadores, lo cual sería ideal para cientos de estudiantes que requieren sillas con ruedas, muletas, bastones, etc.

Hemos visto en los últimos meses desaparecer programas educativos exitosos como las Estancias Infantiles y las Escuelas de Tiempo Completo, y pese a que nos han dicho que esos recursos serán destinados al programa La Escuela es Nuestra, en ningún momento se ha presentado algún plan de infraestructura que haga a las escuelas inclusivas en su diseño y arquitectura para dar clases en general, a todos quienes así lo deseen, con alguna discapacidad o sin ella.

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Albercas en las escuelas

Otra de las situaciones de infraestructura que es necesaria revisar en las escuelas públicas y privadas es sobre las albercas.

A inicio de este año llegó a la dirección de escuelas primarias de la Secretaría de Educación Pública (SEP) un reporte de un niño ahogado en la alberca de su escuela; aunque los detalles no fueron proporcionados, se sabe que al parecer el tema es del año pasado, pero siguen en pláticas con los padres del menor. La alberca fue clausurada.

Al preguntar cuántos casos había de este tipo, me informaron que es el primero que ocurre en esta administración, y no se habla de registros anteriores, aunque dudan que no existan, pues el tema de las albercas siempre ha sido de gran atención para docentes y directivos.

POR KARINA ÁLVAREZ

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