ARTICULISTA

85 años del TGP

El Taller de Gráfica Popular, creado en 1937, fue una institución cultural que no sólo dejó una huella profunda en el arte y en la política de nuestro país, también trascendió a lo largo del tiempo

OPINIÓN

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Bernardo Noval / Articulista / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El Taller de Gráfica Popular (TGP) se fundó en la Ciudad de México en abril de 1937, tras la desaparición de la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios. De un marcado carácter revolucionario y antifascista, el Taller reunió a un grupo de notables artistas plásticos, que utilizaron las diversas técnicas del grabado para alcanzar la conciencia de las clases trabajadoras y rurales.

La propia naturaleza de la expresión gráfica permitió que las reproducciones, obtenidas por cientos y aun por miles de una plancha original, alcanzaran una gran difusión al ser pegadas en los muros de las construcciones de las ciudades y poblados, y se volvieron accesibles para un gran número de personas que recibieron el mensaje a través de la imagen creada por los artistas que participaban en el Taller.

El TGP se constituyó como un centro de trabajo colectivo para la producción. Asimismo, también existía la libertad de que cada integrante usara la infraestructura del taller para producir su obra individual. Las obras colectivas fueron resultado de una mezcla de estilos personales, si bien en cada una de ellas predomina un sello, también es cierto que la concepción general de la obra se nutría del diálogo entre los artistas, unidos por vocación creativa e ideológica.

El TGP se caracterizó como una organización artística al servicio del arte mediante carteles, volantes, carpetas de grabados, libros ilustrados y otras aplicaciones populares. En la obra del Taller abundaron las obras sobre la cotidianidad del pueblo, su labor, su esfuerzo, su dignidad, sus sufrimientos y, desde luego, sus fiestas y alegrías.

Las actividades del TGP fueron una influencia para gran parte de lo que sería el diseño de la época; sus acciones continuaron hasta el año de 1977, gozando de varias etapas de esplendor durante su existencia. Si bien la mayor parte de la producción del Taller fueron impresiones, el estilo que poseían los artistas del grupo marcó a quienes serían los futuros diseñadores en todos los ámbitos. Muchos de sus trabajos encontraron una aplicación en el diseño como portadas de libros y revistas, artículos, volantes o para ilustrar libros de diversa índole.

El interés del grupo no se ciñó únicamente a México, ya que desde sus primeros años el TGP tuvo un considerable impacto en otros países de América y Europa. Un énfasis especial merece la vinculación del grupo con todas las luchas a favor de la justicia, la paz y el mejoramiento de las clases más humildes del mundo.

A través de estos contactos con otros países, la obra del TGP fue presentada en varias muestras en el extranjero, donde obtuvo amplio reconocimiento. A muy poco de su inicio, la labor desarrollada en el creativo espacio del TGP atrajo a artistas extranjeros, hombres y mujeres; mención especial merece Hannes Meyer, arquitecto de origen suizo y maestro de la Bauhaus, quien al integrarse al taller en 1942 dio un fructífero impulso a la editorial La Estampa Mexicana, encargada de publicar varios álbumes y libros del TGP que han perdurado, a diferencia de los carteles y volantes que muchas veces se perdieron.

El Taller de Gráfica Popular fue, pues, una institución cultural que no sólo dejó una profunda huella en el arte y en la política de nuestro país, también trascendió a lo largo del tiempo.

POR BERNARDO NOVAL
CEO MUST WANTED GROUP
@BERNIENOVAL
@MUSTWANTEDG

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