MIRANDO AL OTRO LADO

Revocación y los peligros del 2024

El revocatorio fue el ensayo donde AMLO probó qué tanta resistencia habrá contra fraude en el 2024

OPINIÓN

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Ricardo Pascoe Pierce / Mirando al Otro Lado / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El revocatorio fue el ensayo donde AMLO probó qué tanta resistencia habrá contra fraude en el 2024. Las ilegalidades fueron tantas, y tan prodigiosas, que él, su gabinete y todo el partido Morena buscaban normalizar el fenómeno de las violaciones a la ley y la Constitución. Y también estaba buscando acostumbrar a la sociedad a la inevitabilidad de una imposición.

Pero el ejercicio revocatorio también le sirvió para estudiar la resiliencia del INE ante los embates de la crítica y para conocer sus puntos débiles. La reducción del presupuesto al órgano electoral era para ir acostumbrando a la sociedad a un instituto debilitando en sus funciones, sus alcances y credibilidad. Seguramente descubrió que la mejor manera de tratar con el INE es reduciendo su presupuesto, en vista de las resistencias y dificultades para lograr su demolición total.

Por otro lado, también fue un laboratorio para conocer el alcance de la convocatoria de la oposición al no-voto, o la abstención activa. Era importante para AMLO poder medir el verdadero alcance de la fuerza opositora y sus posibles límites o posibilidades de crecimiento. ¿Qué porción de los 72% de ciudadanos que no fueron a las urnas apoyan un cambio de gobierno en el 2024? Sin duda el punto será de gran controversia entre unos y otros de los varios lados en conflicto. Sin embargo, es posible plantear, hipotéticamente, que una mayoría de los votantes en el 2024 podrían inclinarse por un cambio del bloque en el poder.

Esto es como una derivación del hecho de que el voto duro de AMLO, aún siendo importante, no va a alcanzar para ganar la Presidencia una vez más. La tendencia electoral del Presidente y su partido es decididamente declinante. La duda es ¿cuánto y en qué proporción representa esa declinación del total de posibles votantes? Por lo pronto, en una competencia electoral sin contrincante, AMLO perdió la mitad de sus votos obtenidos en 2018.

Entre otras ilegalidades, destacó el uso impúdico del presupuesto público para la promoción de la imagen y el voto a favor del Presidente. El uso ilegal de vastos recursos públicos para que su cara fuera vista por todo el país no tuvo mayor efecto, excepto en zonas sureñas del país. Chiapas, Guerrero, Tabasco, Campeche ganaron el premio de popularidad por su voto a favor del Presidente. El resto del país vio con recelo y grandes dudas el proceso revocatorio, especialmente del centro y el norte de México. Lo importante, para AMLO, era observar la reacción de la sociedad en general, y a la oposición en particular, ante la comisión impune de tantos delitos por parte del oficialismo, en todas sus vertientes.

La reacción de los partidos de oposición, y de la clase política opositora en general, a la conducta y desarrollo del voto revocatorio ha sido desconcertante y difícil de entender. El ensayo de AMLO para probar las modalidades de fraude electoral en el 2024 no parece haber impresionado o preocupado mayormente a quienes se oponen a la continuidad de la 4T. ¿Con qué balance se quedan? Con la idea de que, si bien se cometieron graves ilegalidades, no serían suficientes para exigir su esclarecimiento y, mucho menos su castigo. De hecho, la impresión que dejan es que, como consideran más importante la ley eléctrica que en este ensayo electoral, sus fuerzas deben centrarse en ese tema, y no en el revocatorio, ya sumido en la bruma del pasado.

Es una oposición que, en tanto no se indignó con las ilegalidades que se cometieron, puede decirse que AMLO logró su cometido de la “normalización” de sus conductas fraudulentas. Una parte de la oposición parecía decir “da miedo pensar en impugnar el proceso revocatorio por el posible conflicto constitucional y político que provocaría”. Pero el problema es mucho más profundo que “un conflicto político” que provocaría la batalla por lograr la anulación del revocatorio.

El problema de fondo es que no dar la batalla ahora contra las conductas y prácticas que ha impulsado AMLO y los suyos equivale a signar una carta de defunción de la oposición y anunciar su muy posible derrota anticipada en el proceso electoral presidencial del 2024.

¿Cómo se verá el proceso electoral del 2024 si no se impugna el voto revocatorio? Exactamente lo que hemos visto ahora, excepto acentuado y profundizado 10 veces. El abuso del poder, el chantaje a los beneficiarios de los programas sociales, el uso de recursos públicos a manos llenas, el acoso al INE en la forma de recortar su presupuesto, el Estado convertido en promotor electoral, al igual que la Guardia Nacional. Todo lo anterior será “normal” si no se cuestiona, legalmente y a través de los órganos constitucionales electorales, como lo son el INE y el TEPJF, ahora y no después.

Los partidos políticos de oposición, junto con las organizaciones ciudadanas, deben impugnar el conjunto del proceso electoral revocatorio, y exigir su anulación. Debe quedar como el máximo exponente de todo lo que no es, ni será, permitido en próximos procesos electorales y que violentar la ley así expone cualquier proceso electoral a la seguridad de su anulación.

POR RICARDO PASCOE

ricardopascoe@gmail.com

@rpascoep

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