ENVÍO DIPLOMÁTICO

La pandemia y la inteligencia artificial

En los próximos 5 a 10 años podríamos ver una disrupción en todas las áreas de nuestra vida en formas evidentes 

OPINIÓN

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Dulce María Valle Álvarez / Envío diplomático / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La primera pandemia del siglo XXI, marcará un antes y un después. Las medidas de confinamiento a nivel mundial forzaron a una transformación digital acelerada con efectos que seguramente seguirán impactando todos los aspectos de nuestra vida. Desafortunadamente, con estos cambios también quedó expuesta la brecha digital y tecnológica, que continúa acentuándose durante estos casi 2 años de pandemia. 

Un ejemplo de la adopción acelerada de tecnologías en el contexto de la pandemia ha sido el uso de la inteligencia artificial (IA) para responder a los retos planteados por la enfermedad Covid-19. La IA ha sido fundamental para el desarrollo de vacunas y medicamentos, para la gestión de telemedicina, para evolucionar hacia el trabajo a distancia y para el desarrollo de proyectos de innovación. Las video conferencias, una tecnología que no hace mucho era poco utilizada, ahora es ubicua no solo en el campo profesional sino también en la vida social y familiar.

En octubre pasado tuve la oportunidad de participar en un congreso sobre la transformación digital hacia una sociedad inteligente donde discutimos que el desarrollo y adopción de tecnologías son fundamentales para el desarrollo de los países y la competitividad a escala global, por lo que el mercado laboral de profesionales enfocado en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas “STEM”, va en aumento. Es importante no quedarse atrás en este campo.

El mundo postpandemia verá un boom en la automatización, uso de modelos predictivos y aprendizaje de máquina. En los próximos 5 a 10 años, podríamos ver una disrupción en todas las áreas de nuestra vida en formas evidentes como el futuro del trabajo, la educación y el comercio, así como en formas más sutiles como nuevas formas de discriminación basadas en los perfiles digitales que se crean con los "grandes datos", el impacto de la desinformación en el tejido social y la dilución de la privacidad, áreas en las que la IA juega un papel importante, aunque no nos demos cuenta. Lo que viene es un reto.

Sin duda hay preguntas importantes que nos debemos plantear en un contexto global cada vez más impulsado por la IA. Asimismo, debemos impulsar estrategias y políticas nacionales que integren a la IA. Este empuje pandémico a innovar es la oportunidad idónea para promover la implementación de una IA para el bien, centrada en el ser humano, que sea transparente y trazable. No se trata solo de las capacidades y promesas de la IA sino también sobre cómo es usada.  Las nuevas formas en las que se utilizan los datos plantean nuevos retos para la privacidad de los usuarios, así como para la rendición de cuentas y la transparencia a fin de mitigar sesgos involuntarios que podrían dar lugar a resultados discriminatorios o violatorios de los derechos humanos.

Para México, ha quedado evidente la urgente necesidad de acelerar el uso estratégico de tecnologías digitales y aprovechar las capacidades existentes. Nuestra pertenencia a la Alianza Global de IA, iniciativa de Francia y Canadá en la OCDE, nos da una oportunidad de participar en el debate sobre la teoría y la aplicación práctica con principios éticos.  

Por Dulce María Valle Álvarez, ASEM*

*Ministra para Diálogo Bilateral, Asuntos Multilaterales y Cooperación

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