COLUMNA INVITADA

La inflación en la OCDE: México ante nuevos retos internacionales

El análisis de la transición económica y sus derivaciones siempre será un referente para entender la orientación en que los cambios sociales y políticos

OPINIÓN

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Luis Miguel Martínez Anzures / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El análisis de la transición económica y sus derivaciones siempre será un referente para entender la orientación en que los cambios sociales y políticos de la humanidad podrían empezar a perfilarse. Comprender el comportamiento de los sectores estratégicos de cualquier nación es crucial para dilucidar con mayores elementos técnicos y científicos lo que podría empezar a suceder en el mediano y largo plazo en el horizonte internacional. Al respecto, la inflación en los países que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la cual llegó a su punto más agudo en 31 años durante el mes de febrero del presente año, un nivel nunca visto, desde diciembre desde 1990, es un componente crucial para comprender la serie de modificaciones sociales y políticas que empezarán a consolidarse en varios países. 

Un dato para destacar es que en medio de un encarecimiento promedio de 26.6 por ciento anual en los energéticos, México registró la tasa más baja, de 5.1 por ciento. El número marca una brecha respecto al resto de las economías que conforman la OCDE, pues en todas se observan incrementos de doble dígito para dichos insumos. Cierto es que los combustibles en este país están subsidiados por el Estado, pero este estímulo está funcionando, las cifras así lo demuestran.  

En suma, la OCDE detalló que, durante el mes de febrero, el incremento de precios fue presionado de nuevo por los energéticos y los alimentos. Además, este índice fue liderado por Turquía, donde la inflación general fue de 54.4 por ciento anual. 

De igual forma, por arriba del promedio, se encontraron Estados Unidos, con una tasa anual de 7.9 por ciento, Eslovaquia (9 por ciento), Polonia (8.5), Lituania (14.2), Letonia (8.7), Hungría (8.3), Estonia (12), República Checa (11.1), y Bélgica (8 por ciento). En América Latina, se encuentran en esta situación:  Colombia, con 8 por ciento, y Chile con 7.8 por ciento. Hasta ahora, México se quedó por debajo del promedio de inflación en la OCDE, con 7.3 por ciento durante febrero. 

En el rubro de alimentos, la inflación general en los países que forman la Organización alcanzó 8.6 por ciento. Por arriba de esa media se encontraron: Colombia, con un avance anual de 23.3; Estonia con 12.4; Hungría, 11.4; Letonia, 11.8; Lituania, 14.7; Eslovaquia, 9.6 y Turquía de 64.5 por ciento. Mientras que en Estados Unidos la inflación en este rubro fue de 8.6 por ciento, la misma tasa que en el promedio de la zona, mientras que México alcanzó 12.6 por ciento, la cuarta más alta entre el grupo. 

Ahora bien, en el sector energético, la situación es casi opuesta. México se encuentra lejos de la situación que viven las economías europeas. En febrero, mes que en sus últimos días registró la invasión de Rusia a Ucrania, la energía en el promedio de la OCDE se encareció 26.6 por ciento anual. Previo a la guerra, que ha significado una ola inflacionaria por encima de la que ya se venía registrando, el costo de la energía destacaba por su rápido avance. 

En febrero, por arriba del promedio en la OCDE, la energía se encareció 27.6 por ciento anual en Austria, en Bélgica (61 por ciento), en Dinamarca (30.6), en Estonia (36.1), en Grecia (41.2), en Irlanda (29.9), en Italia (46.4), en Lituania (44.7), en Luxemburgo (37.6) en Países Bajos (56.5), en España (44.3) y en Turquía, 97 por ciento. Por debajo de esa media, los energéticos en Estados Unidos se encarecieron 25.6 por ciento en un año, mientras en México lo hicieron 5.1 por ciento, de acuerdo con la OCDE. El país con la segunda inflación más baja en energía fue Israel, con 11.3 por ciento. Como puede verse hasta ahora, el índice inflacionario que debe seguir muy de cerca el gobierno mexicano es el de los alimentos, es urgente aminorar los alcances que presenta actualmente este indicador, debido a que si logra alcanzar cierta estabilidad el consumo interno en el país podría verse fortalecido, así como otros rubros que se entrelazan con este sector.  

Luis Miguel Martínez Anzures  

PRESIDENTE DEL INSTITUTO NACIONAL DE ADMINISTRACIÓN PÚBLICA 

MAAZ