DESDE AFUERA

Frontera México-EU y los intereses políticos

Recientemente el gobernador de Texas envió un autobús con inmigrantes indocumentados a los que dejó en las escaleras del Capitolio

OPINIÓN

·
José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

En la relación EU-México, hay poco, o nada, nuevo bajo el sol.

Cuando en 1985 el entonces Comisionado de Aduanas, William Von Raab, ordenó inspecciones extraordinarias al tráfico de vehículos y mercancías procedentes de México, levantó tal algarabía que James Baker, el secretario del Tesoro y su jefe nominal, le advirtió que le avisara primero antes de declararle la guerra a otro país.

Von Raab afirmó que buscaba poner presión sobre México para acelerar las investigaciones sobre el secuestro, tortura y asesinato de Enrique Camarena Kiki, el agente de la DEA muerto en Guadalajara, en marzo de ese año.

37 años después la Policía texana comenzó una inspección propia de camiones mexicanos que cruzan la frontera con productos, especialmente vegetales, para el mercado estadounidense, además de las aduanas normales.

En 1985 fueron los comerciantes texanos los que protestaron.  Esta vez, los camioneros mexicanos paralizaron la frontera. En ambos casos, hubo daño económico para los dos países.

La intención del gobernador de Texas, Greg Abbott, era similar, pero distinta. El pretexto era tratar de detener el paso de drogas y migrantes indocumentados de México a Estados Unidos; el blanco real eran el presidente Joe Biden y sus políticas, en especial las que se refieren a una frontera más abierta y una política migratoria menos restrictiva.

En otras palabras, aunque importante por derecho propio, México era un blanco secundario. Y este año es temporada política: los republicanos creen que lograrán reclamar la mayoría en las dos Cámaras del Congreso. Y Abbott, que busca este año la reelección como gobernador por el Partido Republicano, hace lo suyo por ayudar y de paso acrecentar su propia influencia.
Abbot quiere ser una potencia en la derecha republicana y usa los problemas de la frontera como herramientas para lograrlo a costa de Biden. Recientemente envió un autobús con inmigrantes indocumentados a los que dejó en las escaleras del Capitolio.

Los resultados del numerito han sido nulos. Según la prensa estadounidense, a cambio de no hallar inmigrantes indocumentados o drogas, la Policía texana detuvo 656 de más de 2 mil 800 camiones revisados, por problemas que van de luces rotas a frenos defectuosos. Entretanto, denuncias sobre el impacto económico negativo de las medidas de Abbot en la cadena de suministros, lo llevaron a buscar una salida política y "aceptó" reunirse con el gobernador de Nuevo León, Samuel García, y que las inspecciones se hagan del lado mexicano y a cargo de la Policía mexicana.

Pero hay recordatorios importantes: Por un lado, que la integración económica de los dos países hace que las acciones y las omisiones de uno reverberan en el otro, y que muchos problemas no pueden ser resueltos sin comunicación y colaboración. 

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM 
@CARRENOJOSE1

MAAZ