COLUMNA INVITADA

Adolescencia y emociones, un equilibrio necesario para el bienestar

“Juventud, divino tesoro, ¡ya te vas para no volver!...” -Rubén Darío

OPINIÓN

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Gaby Salido / Columna invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La estabilidad mental y emocional de las personas impacta de forma directa en las relaciones sociales y la forma en que se hace frente al estrés cotidiano para poder trabajar de manera productiva y contribuir con la comunidad.

Prácticamente el 16% de la población mundial de entre 10 y 19 años padece algún trastorno mental según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Ante estos datos de salud pública, el panorama para el futuro es desafortunado, pues comprende la etapa de la adolescencia, en el pleno desarrollo de las personas.

Resuelta aún más alarmante, pues si consideramos a la adolescencia como etapa intermedia entre la infancia y la vida adulta, todo lo que suceda o deje de suceder en ese periodo va a influir en la vida de las personas y en su entorno; por lo que generar condiciones para un pleno desarrollo de la persona es prioritario. Ante estos datos, las acciones de Gobierno deben encaminarse a prevenir problemas de salud mental y de adicciones usando los recursos que hoy tenemos a nuestro alcance y de este modo garantizar el acceso a los servicios de salud.

Me parece importante además que esta atención cuente con perspectiva de juventud, para atender a las necesidades y problemas que la realidad le pone a este sector, pues tan solo en la Ciudad de México, habitan casi 1 millón 800 mil niños y jóvenes de entre 0 y 15 años, casi el 19 % de la población de la capital.

La apuesta debe ser enfocar y atender de forma particular esta problemática por edad o tipo de población, pues de acuerdo con la OMS tendremos mejores resultados; por eso debe ser el impulso desde las leyes, ya que está en juego la salud mental de quienes sostendrán el desarrollo del país a mediano y largo plazo.

La mitad de los trastornos mentales comienzan a los 14 años o antes, sin embargo, debemos decirlo, los problemas que se reflejan en el mundo de las ideas y que no son malestares físicos, continúan siendo un tabú en gran parte de la población, lo cual provoca que no se dé el acompañamiento adecuado y que ante el silencio muchos jóvenes recurran a conductas suicidas o de consumo de drogas.

Es lamentable que el problema no termina ahí, ya que por la pandemia y la distancia social, se incrementaron los casos de trastornos mentales y problemas con la salud emocional de las personas, principalmente los jóvenes, al mismo tiempo también se reportó un mayor numero de niñas y niños que consumen algún tipo de droga o sustancia.

Por eso debemos reconocer la función elemental que representa la familia en este proceso, ya que con el apoyo, acompañamiento e intervención de la mano de las autoridades, los resultados en beneficio de las y los jóvenes se verán en menor tiempo.

Como parte de la solución y atención de estos problemas, propuse ante el Congreso de la CDMX una reforma a la Ley de los Derechos de las Personas Jóvenes para que la atención de la salud mental y de consumo de sustancias psicoactivas sea prioritaria y tenga como base: 1) la prevención, impulsando la promoción de la salud y la educación sobre las consecuencias nocivas del consumo de sustancias adictivas y, 2) la atención, con acceso a tratamientos de rehabilitación con enfoque integral, incluyendo a los familiares del paciente joven.

No debemos escatimar ningún esfuerzo en beneficio de la salud de las personas jóvenes en la Ciudad.

POR GABY SALIDO

Diputada local en la Ciudad de México / Presidenta de la Comisión de Uso y Aprovechamiento del Espacio Público del Congreso de la CDMX

Twitter: @gabysalido

https://gabysalido.mx/

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