La Ley de Revocación de Mandato aprobada en el Congreso —con mayoría de Morena y aliados— faculta al INE para llevar a cabo el proceso: ‘Artículo 4. El Instituto tendrá a su cargo, en forma directa, la organización, desarrollo y cómputo de la votación.…’
El INE cumplió con todos y cada uno de los pasos necesarios para llevar a cabo el proceso de RM que tuvo verificativo el domingo 10, desde la emisión del formato para recabar firmas de solicitud hasta el cómputo total de resultados con base en las actas distritales y la entrega, por parte de su Consejo General, de los resultados al Tribunal Electoral. (art.57).
Organizar el proceso de RM es una tarea compleja, que requiere conocimiento, experiencia y capacidad. La coordinación de esa red multidisciplinaria y nacional incluye verificación de firmas, emisión de convocatoria, impresión de boletas y documentación, emisión de lineamientos, selección y capacitación de funcionarios de casilla, difusión y monitoreo del ejercicio, foros de discusión, entrega de material a Consejos Distritales, ubicación de casillas, integración de mesas directivas.
Adicionalmente, se requiere atender y decidir sobre las impugnaciones que se presenten, y garantizar que todo el proceso se desarrolle en apego a los principios de ‘certeza, legalidad, independencia, imparcialidad, máxima publicidad, objetividad…’ (art.27).
El INE diseñó además un mecanismo de conteo rápido a través del cual los ciudadanos pudimos conocer - el mismo domingo en la noche – que la participación fluctuó entre el 17 y el 18.2%, que a favor de la RM votaron entre el 6.4 y el 7.8%, y en contra entre el 90.3 y el 91.9%.
Todo esto se llevó a cabo salvando obstáculos de diversa índole. Uno muy grave fue la falta de presupuesto que obligó a reducir el número de casillas que se instalaron, para lo cual se llevó a cabo un cuidadoso ejercicio de reubicación que permitiera a todos los ciudadanos interesados tener acceso a una casilla. Todo el que quiso hacerlo, tuvo posibilidad de votar.
Otro grave obstáculo fue el embate contra su actuación por parte del Presidente, su gobierno y su partido. No lo dotaron del presupuesto suficiente y cuestionaron la reducción en el número de casillas. Aprobaron una ley que les prohíbe difundir el proceso y se dedicaron impunemente a hacerlo.
Desde el gobierno trastocaron el sentido original de la revocación en ratificación. Utilizaron recursos públicos, manipularon la entrega de programas sociales, engañaron, amedrentaron, mintieron. Violaron la Constitución, la Ley Electoral, hicieron uso descarado de posiciones de poder. Perdieron toda autoridad moral. ¡Y culparon al INE!
Habrá mucho que profundizar sobre este proceso. Una cosa es por lo pronto importante: la ratificación de que el INE es una institución ciudadana, fundamental para el fortalecimiento de la vida democrática de México, que cumplió a cabalidad su papel, no solamente de árbitro electoral, sino de garante del ejercicio de las libertades. ¡El INE cumplió!
POR CECILIA ROMERO CASTILLO
COLABORADORA
@CECILIAROMEROC
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