TRES EN RAYA

Cambios en Twitter. Tú, ¿Qué opinas?

En un principio se comentó que sería parte del consejo de administración de la compañía, pero al final no lo será. Llamaba poderosamente la atención la posibilidad, sobre todo luego de que él mismo cuestionó si la red social se está muriendo

OPINIÓN

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Verónica Malo Guzmán / Tres en Raya / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Elon Musk, como buen joven multimillonario, innovador e inventor, es peleonero. Y resulta que ese busca pleitos, que a ratos ríe y otros anda malhumorado cual niño, compró el 9.2% de las acciones de la palomita azul, con lo cual se ha convertido en el accionista con mayor participación en Twitter.

En un principio se comentó que sería parte del consejo de administración de la compañía, pero al final no lo será. Llamaba poderosamente la atención la posibilidad, sobre todo luego de que él mismo cuestionó si la red social se está muriendo. Una interrogante que, siendo sinceros, muchos usuarios también nos planteamos, y no solo con respecto a Twitter, sino acerca de las redes sociales en general. ¿Hasta dónde se meten en nuestras vidas?, ¿qué tan necesarias son?, ¿para qué sirven?, ¿son adictivas?, ¿ya cumplieron su propósito?, ¿es este finito o se extiende?

Supongo, como sucede para muchas cosas, se pueden encontrar razones para aplaudir a Twitter (solo hablaré de dicha red por cuestión de espacio y porque me quiero referir a Musk). Por ejemplo, cuando desaparece una mujer o un menor de edad y toda la red se mueve hasta hallarlos. De igual forma sirve para evidenciar y hasta para sancionar el abuso de la autoridad; basta recordar la presión que se ejerció en el caso de Alejandra Cuevas a través de lo que sus hijos lograron con el hashtag #LibertadParaAlejandra o, bien, cuando un padre se vio imposibilitado de secuestrar a sus propios hijos gracias al movimiento generado en dicha red social.

Hay momentos en que quienes usamos Twitter podemos decir que nos agrada o nos asquea ante el acoso de bots o incluso usuarios que conocemos y que confunden esa red con un espacio para canalizar su resentimiento agrediendo innecesariamente.

En otras ocasiones, “los diálogos” se vuelve repetitivos o circunscritos a personas/ideologías afines y terminamos encapsulados en una burbuja virtual (confieso me ocurre frecuentemente) que solo se rompe cuando intervienen quienes no piensan de forma similar, lo cual no tendría nada de malo —¡todo lo contrario!—, salvo que usualmente ello viene acompañado de violencia verbal, gráfica o mismo llegando a amenazas.

No extraña, entonces, que con el anuncio de Elon Musk sobre mejorar significativamente la red social haya habido respuestas encontradas. Desde el aplauso por insertar mecanismos que terminen por eliminar los bots de la red, hasta el asombro porque ello sería gracias a un mecanismo pagado por las figuras que no quieran tener que ver con ellos. O la propuesta de incluir un botón para editar los mensajes una vez publicados, lo cual ayudaría para arreglar los yerros… pero que también modificaría las respuestas que se han vuelto históricas por su falta de tacto. ¡No, por favor! En mi opinión ese es el mayor atractivo de la red.

Elon Musk preguntó a sus 80 millones de seguidores si les gustaría la opción de editar (también si consideran que se debería eliminar la letra “w” de Twitter, dejando como nombre la palabra Titter, que significa ‘reírse disimulada y tontamente’). Más de 3.2 millones contestaron que sí quieren el botón para editar, de los 4 millones de personas que contestaron su pregunta. Si bien lo de quitar a los bots no es la primera vez que se escucha, el convertir la sede de la empresa en un refugio para personas sin hogar, dado que la mayor parte de los empleados ya está trabajando desde casa, sí ha sido una de sus propuestas innovadoras.

Parag Agrawal, director de Twitter, anunció por dicha vía que Elon decidió no unirse a su consejo de administración. Tal vez fue una decisión consensuada. Estando o no en el consejo, seguramente escucharán y tomarán en cuenta a su principal accionista único, quien además es una persona que apuesta al futuro. Basta ver sus coches eléctricos y su participación en las misiones espaciales. Un “plus” de no tenerlo en el consejo es que pueda —con sus comentarios / sus tuits— “alterar” el valor comercial de dicha empresa significativamente… No sería la primera vez.

El tener participando a Musk de esta forma también aminora de cierta forma el impacto que significaría el que un miembro del cuerpo directivo insista en liarse a golpes con Putin (y así terminar la guerra en Ucrania). Sin duda saldría más barato que lo que el conflicto bélico ha significado para todos, empezando para lo ucranianos. Pero Musk podría perder y eso no lo queremos.

Me queda clara una cosa: lo único constante es el cambio. Si Twitter desea mantenerse como una red social activa, cierta y con impacto en la sociedad (local, nacional o global), requiere cambios disruptivos, tal vez hasta algunos imposibles de realizar como la realidad “100% meta” de Facebook, pero que ofrezcan al usuario razones para continuar.

Con Musk quizá podremos ver algunos de esos cambios. O tal vez no…

POR VERÓNICA MALO GUZMÁN
VERONICAMALOGUZMAN@GMAIL.COM
@MALOGUZMANVERO

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