ESCENARIOS NACIONALES

No es un domingo cualquiera: Sin triunfalismos ni tragedias un nuevo ejercicio democrático

Por fin llega el tan famoso ejercicio de revocación de mandato, el resultado lo sabemos de antemano todos

OPINIÓN

·
José Luis Camacho Acevedo / Escenarios Nacionales / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Por fin llega el tan famoso ejercicio de revocación de mandato, el resultado lo sabemos de antemano todos: No habrá sorpresas.
Ganará el apoyo para que el presidente concluya el mandato para el que fue electo: 6 años como marca la Constitución.

Muy probablemente no se alcanzará el umbral para que sea vinculante y transcurrirá la jornada de votación en condiciones de paz y armonía sin incidentes mayores. Si Usted decide ir a votar, felicidades por participar en democracia y hacer valer su voz. Si Usted decide quedarse en casa a convivir con la familia o evitar tumultos en esta pandemia que ni muere ni nos mata, ¡Bien! Está en todo su derecho.

Si quiere apoyar al presidente para que termine su mandato, enhorabuena, y si se confirma su gran respaldo popular, ¡No hay tragedia! Si no le gusta el presidente ni su partido, tiene una cita el primer domingo de junio del 2024 para apoyar a su candidato y hacer un cambio. Por lo pronto no habrá tragedias ni triunfalismos.

La libertad de participar está garantizada, el ánimo de ir a votar ese es un asunto personal. Regresemos todos el próximo lunes al esfuerzo cotidiano individual y en sociedad que así es como prosperan las naciones.

2. Reforma eléctrica: La política es el arte de lo posible.

La frase se le ha atribuido tanto a Aristóteles como a Maquiavelo, pero mas importante que conocer con certeza al autor, lo relevante es saber que grandes estrategas políticos mundiales de la talla de Winston Churchill o Otto Von Bismark han utilizado ese pragmatismo para no obtener nunca el 100 por ciento de la derrota (ni ufanarse y atropellar al adversario con el 100 por ciento de la victoria).

La política debe tratarse de la construcción de acuerdos, del ejercicio democrático supremo en donde el intercambio de argumentos, a través de un diálogo propositivo y bien informado dé paso a la comprensión de nuevas ideas y a la oportunidad de ir conformando y perfeccionando las decisiones que nos impactarán a todos.

Ya sé, querido lector, que Usted estará pensando que es mucho pedir para algunos funcionarios públicos o legisladores de nuestro México en estos tiempos.

Pero el presidente debe saber que, si habrá un nombre vitoreado o vapuleado en los anales, ese será definitivamente el suyo. ¿Valdrá tanto la pena radicalizarse en posturas que no acepten cambiar “ni una coma”? O es momento de llamar a la unidad para encontrar puntos de coincidencia y en un auténtico ejercicio político construir una propuesta conjunta.

De nada ayudan las bravuconadas, las amenazas, las declaraciones fundamentalistas de sus principales colaboradores quienes al contrario debieran ser los interlocutores que construyan puentes de diálogo y cooperación con la oposición. Por supuesto matices habrá y en gustos habrá quien prefiera más o menos. Pero ¿Qué de plano no hay un punto que haga coincidir posturas? Ahí reside precisamente la habilidad del político.

Esa es la cualidad del estadista, se basa en construir, convencer, ganar, ceder, negociar, pero sin perder de vista ni por un segundo, el beneficio mayor para sus gobernados.

Oigan:

y si le quitan los negocios a las empresas que les comprueben que están abusando;

y si meten a la cárcel a funcionarios que les demuestren que hicieron mal uso de sus atribuciones o hayan obtenido beneficios personales con la reforma;

y si buscan esquemas para que haya energía más barata;

y si privilegian la generación de energías limpias;

y si buscan la obtención de energía de mejor calidad;

y si fortalecen a la CFE haciéndola una empresa de clase mundial y no perjudicando a otras o haciéndola monopólica;

y si aprovechan el momento para usar el tratado trilateral para ser potencia mundial en la materia.

Evidentemente, si privara el sentido común y el interés por el pueblo, se encontraría espacio suficiente para las coincidencias. El martes en cámara de diputados se votará el dictamen de la famosa iniciativa, ahí veremos de qué están hechos nuestros políticos actuales, al tiempo.

3. Ni es la tremenda corte ni son próceres de la noche a la mañana.

El fallo de la Suprema Corte de Justicia de la nación que declara constitucional la Ley de la industria eléctrica fue para algunos un triunfo histórico y patriota para otros un capítulo de tres patines en donde la mayoría dijo que NO, pero significa entonces que SÍ, aunque si les vuelven a preguntar mediante amparos van a decir que siempre NO.

Los juristas lo explicarán en sus artículos al pueblo nos queda tratar de entenderlo y esperar que se haga justicia e impere el “Estado de Derecho”, what ever that means.

POR JOSÉ LUIS CAMACHO ACEVEDO
JOSECAMACHO@GMAIL.COM
@JLCA007

MAAZ