COLUMNA INVITADA

Satoshi Nakamoto y el cambio climático

El 31 de octubre de 2008, en una cadena de correos electrónicos de personas interesadas en criptografía, un enigmático personaje de nombre Satoshi Nakamoto

OPINIÓN

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Alejandro Somuano / Columna invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El 31 de octubre de 2008, en una cadena de correos electrónicos de personas interesadas en criptografía, un enigmático personaje de nombre Satoshi Nakamoto envió un texto intitulado “Bitcoin: A Peer-to-peer Electronic Cash System,” en el que presentó por primera vez un revolucionario protocolo para enviar dinero entre particulares sin intermediarios.

El esquema de Nakamoto proponía emitir un total de hasta 21 millones de monedas digitales ?Bitcoins? cuyo valor unitario habría de definirse a través de la oferta y la demanda. Para el envío de Bitcoins, el sistema contemplaba dos elementos centrales. Por una parte, el uso de métodos matemáticos para generar números aleatorios, y encriptar de una forma extremadamente segura el envío de Bitcoins entre el remitente y el destinatario. Por otra, el uso de una cadena de bloques (blockchain) para validar dicha transacción a través de algoritmos de prueba y error.

Esta validación se realiza de forma secuencial por agentes virtuales (“mineros”) seleccionados de manera aleatoria en la red. Para incentivar la participación de los mineros, se ofrece un pago en Bitcoins, mismo que va disminuyendo conforme crece la red. Cada vez que la transacción llega a un “minero”, éste estampa un sello electrónico inquebrantable con su visto bueno. Es sólo hasta que todos los “mineros” involucrados en la validación aprueban la legitimidad de la transacción, que ésta se concreta.

Así pues, el envío de dinero se valida de forma descentralizada por múltiples “mineros” desconocidos entre sí, sin la necesidad de un banco o intermediario financiero. Cualquier intento de falsificación es detectado por la red de mineros y la transacción queda anulada.

En materia de seguridad, el protocolo de Nakamoto es virtualmente invulnerable. De acuerdo a Gary Gensler, actual presidente de la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos, y catedrático del Instituto Tecnológico de Massachusetts, la única forma de hackear este sistema es coordinar a un grupo vasto de “mineros,” dispersos en el mundo, para que resuelvan de manera conjunta y repetida el enigma matemático y validen transacciones fraudulentas. Según el propio Gensler, la probabilidad de que esto suceda es ½ elevado a la potencia 256; es decir, uno dividido entre . Como referencia, el valor del denominador es aproximadamente el número de átomos en el universo.

La actividad minera de Bitcoin en el mundo ya rebasa cualquier expectativa. Tanto para la validación de envíos legítimos, como para intentar hackear el sistema, hoy existen ya masivos centros de cómputo dedicados exclusivamente a la criptografía de esta moneda que trabajan sin parar; ello, con el consecuente consumo de energía. Según cálculos de expertos, la red de Bitcoin utiliza a la fecha 189 tWh; es decir, un 0.117% de toda la energía consumida mundialmente, que también equivale 1 Doctor en Economía por la Universidad de Texas en Austin. Actualmente cursa la Maestría en Administración de Negocios en el Instituto Tecnológico de Massachusetts. al consumo eléctrico anual de todo un país como Irlanda.

Peor aún, siguiendo las tendencias de ésta y otras criptomonedas, esta actividad seguirá sólo habrá de creciendo en el futuro. Por esta razón, las protestas contra Bitcoin por parte de grupos ambientalistas como Greenpeace en contra de Bitcoin no se han hecho
esperar.

En 2016 Nakamoto fue propuesto para la nominación al Premio Nobel de Economía. Sin embargo, ésta fue rechazada porque la Real Academia de las Ciencias de Suecia no otorga el premio si el galardonado es anónimo o ha fallecido. A la fecha, nadie sabe quién es(son) la(s) persona(s) que se esconde(n) tras el pseudónimo del controversial autor de Bitcoin: Satoshi Nakamoto.

POR ALEJANDRO SOMUANO

Doctor en Economía por la Universidad de Texas en Austin. Actualmente cursa la Maestría en Administración de Negocios en el Instituto Tecnológico de Massachusetts.

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