Mucho se habla de las Asociaciones Público Privadas (APP), pero poco se menciona ¿Qué son?, ¿Para qué sirven?, ¿Cuántos tipos hay?, y quizá lo más importante ¿Cuándo conviene su uso y cuándo no? Y es esta falta de conocimiento la que abre zonas grises que dan espacio a la desinformación, a percepciones sin fundamento o simplemente falta de comprensión de las bondades que ofrece este tipo de acuerdos.
Las APP son un esquema de contratación a largo plazo para desarrollar infraestructura y servicios del gobierno donde existe una colaboración entre el sector público y el privado.
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Se pueden usar para infraestructura nueva, modernización o conservación de la existente o sólo para prestar servicios en obras que ya están en funcionamiento. Para que alcancen su máximo beneficio, estos contratos deben ser de largo plazo y basados en desempeño, estándares, objetivos y especificaciones de resultados no en insumos, procesos constructivos o volúmenes.
El Banco Mundial (Public-Private Partnerships Reference Guide, V 2.0 2014) define a las APP como: “Un contrato de largo plazo entre una parte pública y una parte privada para el desarrollo y/o gestión de un activo o un servicio público, en el que el agente privado soporta riesgo significativo y responsabilidad en la gestión durante la vida del contrato, y la remuneración está ligada significativamente al desempeño y/o la demanda o uso del activo o servicio”.
Una APP adecuada complementa las fortalezas del sector privado y del público, hace una correcta distribución de riesgos y responsabilidades (los que cada parte puede realmente tomar y resolver) y busca alinear objetivos mediante incentivos razonables y correctos.
Con sólo estás características podemos ver que lo que se desarrolla bajo el esquema APP no significa privatización de activos. Todo está bajo el marco de un contrato de largo plazo para ofrecer un servicio, pero con fecha de finalización (aún si hay ampliaciones de plazo) y mecanismos claros, pero lo más importante: no hay una transferencia de propiedad. Lo que sí se transfiere son ciertos riesgos y responsabilidades.
Ahora, ¿Por qué es importante el uso de estos esquemas? Bueno, en primer lugar porque su uso debe generar eficiencias a corto y, en especial, a largo plazo, logrando así un menor costo por disponibilidad para el sector público y los usuarios.
En segundo, porque el uso de financiamiento privado reduce tiempos y permite en algunos casos considerar a las APP fuera del balance del gobierno contratante, ayudando a mejorar el perfil de las haciendas locales. Y finalmente, por el manejo de costos, donde el sector privado tiene mayor flexibilidad en negociación con proveedores y empresas que ejecuten ciertas especialidades al no estar sujeto a la contratación pública.
Al asumir los riesgos de conservación, el sector privado tiene el incentivo de diseñar y construir de forma tal que se tengan ahorros en el costo total de conservación.
Además, al estar basadas en requerimientos de desempeño y resultados, las Asociaciones Público Privadas incentivan la innovación, al impulsar a las partes involucradas a probar nuevos métodos para obtener los resultados esperados.
Otra variable que permite un mejor uso es el esquema de pago, que puede ser por los usuarios de la infraestructura o bien por el gobierno que las requiere.
Esto es bastante directo, en el primero, la recuperación de la inversión es mediante el pago de los usuarios, cuando uno de ellos utiliza la infraestructura, mientras que el segundo es una cuota por la disponibilidad del servicio que cubre el gobierno contratante.
En una segunda entrega entraremos al detalle sobre cómo se recupera la inversión y se promueve el desarrollo a través de estas modalidades.
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Por lo pronto, diremos que las APP en cualquiera de sus variantes no son para todo tipo de proyecto, pero son importantes porque permiten acelerar el desarrollo de infraestructura, mejorar servicios logrando eficiencias en la ejecución, en la vida de los activos, en el financiamiento, bajando el costo en el largo plazo tanto para el gobierno como los usuarios y “liberando” presupuesto del estado para que sea utilizado en otras áreas de necesidad.
Hay varios ejemplos exitosos de cómo a través de las Asociaciones Público Privadas se han resuelto necesidades específicas, generando proyectos innovadores en los que las empresas participantes han resuelto con creatividad los retos que conlleva el estudio, la planeación, el diseño (EPD), sin embargo también el financiamiento, la ejecución y el mantenimiento de las obras.
Todo esto, permitiendo, además, que los recursos fiscales se puedan orientar a la creación y la ejecución de políticas públicas para mejorar la salud, la educación, la seguridad y los servicios públicos.
POR HÉCTOR OVALLE MENDIVIL
DIRECTOR GENERAL DE COCONAL
DIRECCIONGENERAL@COCONAL.COM
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