DEFINICIONES

Salvajismo

La saña con el que se golpeaba hasta dejar inmóviles a personas en el suelo ya inconscientes, no dista mucho de la frialdad con la que se fusiló a 17 personas en un funeral

OPINIÓN

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Manuel López San Martín / Definiciones / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La violencia del pasado sábado en el estadio La Corregidora, de Querétaro, durante el partido entre Gallos Blancos y Atlas, es condenable, injustificable e irracional. Eso no es –ni puede ser- el deporte. Pero resulta ilustrativa de la descomposición de una parte no menor de la sociedad.

La estampa de golpes desbordándose y la ira incontenible, refleja la podredumbre y violencia normalizada, como parte del ecosistema. No es aceptable. No podemos ni acostumbrarnos, ni seguir caminando hacia esa degradación. Asistimos a una delicada normalización de violencias en formas múltiples.

El grado de saña con el que se golpeaba hasta dejar inmóviles a hombres que estaban en el suelo ya inconscientes, no dista mucho de la frialdad con la que hace una semana se fusiló a 17 personas en un funeral, en Michoacán. Si acaso, la diferencia es que los segundos tenían armas de fuego y los primeros golpearon a otros casi hasta la muerte, con sus propias manos.

¿Cómo explicar a nuestros hijos que en un evento deportivo se golpeé con semejante vileza a otros? ¿Ahora las familias mexicanas, que están expuestas a la violencia en las calles, también deben pensarse dos veces ir a un estadio de futbol, por el riesgo que implica salir con vida de un partido?

La sanción debe ser contundente y rápida. Querétaro es una de las entidades con menores índices de violencia y mayor percepción de seguridad. El gobernador Mauricio Kuri, y la Fiscalía estatal, están obligados a actuar sin tibiezas. No hay pretexto. Hay un sinfín de cámaras que videograbaron los momentos de las agresiones. En horas tendrían que estar deteniendo a decenas de violentos y fincándoles acusaciones graves.

El Club Gallos Blancos del Querétaro, por su parte, principal responsable de la seguridad dentro del estadio debe ser desafiliado de la Liga Mx. Lo del fin de semana es inadmisible y requiere un manotazo sobre la mesa. La Federación Mexicana de Futbol debe desafiliar al Club. Después de los hechos sangrientos, sería un mensaje poderoso, de que las cosas se toman en serio y se actúa con firmeza tras la gravedad de lo ocurrido.

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El lenguaje de odio, la violencia normalizada, han permeado. La impunidad cobija a quienes cometen crímenes y no reciben castigo. Es reflejo de un país donde no hay estado de derecho y se desprecia la aplicación de la ley. Lo del sábado en La Corregidora no solo tiene que ver con un partido de futbol, sino con la descomposición social. El horror trasciende al deporte.

Hablamos de violencia desbordada en el país, que se visibiliza lo mismo en un estadio, que, en un fusilamiento, o en la toma de autopistas y vías férreas. Nos encontramos ante la ausencia de gobierno en buena parte del territorio nacional. ¿Quién va a asumir esa realidad?

Más triste aun: las tragedias llegan en cascada y nada sucede. La sociedad parece sedada, los gobiernos insensibles.

POR MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN
M.LOPEZSANMARTIN@GMAIL.COM
@MLOPEZSANMARTIN

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