LA NUEVA ANORMALIDAD

Willkommen

Como casi cualquier año en la historia de Hollywood, 1972 no estuvo exento de películas con menos propuesta que fórmula

OPINIÓN

·
Nicolás Alvarado / La Nueva Anormalidad / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Como casi cualquier año en la historia de Hollywood, 1972 no estuvo exento de películas con menos propuesta que fórmula, o con menos ideas que capacidad de manipulación sentimental: es el año de La aventura del Poseidón, de El Hombre de La Mancha, de Hermano sol, hermana luna.

Pese a ello, las cinco nominadas ese año al Oscar a mejor película acusan agendas transgresoras y factura de solvente a innovadora: Deliverance de John Boorman, Los emigrantes de Jan Troell y Sounder de Martin Ritt son todas buenas cintas; ninguna de las tres tenía, sin embargo, la menor oportunidad de hacerse con los galardones principales, enfrentadas como estaban a dos obras mayores estrenadas ese año: El padrino de Francis Ford Coppola y Cabaret de Bob Fosse. El Oscar al mejor director se lo llevó quien supo reinventar el musical para hacer una obra brillante, amarga y admonitoria sobre la indiferencia política; el de mejor película fue para la cinta que narra de manera lírica y perturbadora las luchas shakespearianas que son fundamento no sólo del American dream sino de su modelo de familia. El mejor actor fue Marlon Brando por la segunda, la mejor actriz Liza Minnelli por la primera.

TE PUEDE INTERESAR: Algo en el aire

Lo más comentado de la entrega de los Oscar ese año fue el rechazo de Brando a aceptar su estatuilla en protesta por la representación de los indígenas estadounidenses en el cine, anunciado por la activista apache Sacheen Littlefeather ante el azoro de los presentes; el episodio dio lugar a un ensayo de 15 páginas pergeñado por el actor, publicado al día siguiente en el New York Times. Cabaret ganó ocho premios, El padrino tres. La mejor película extranjera fue El discreto encanto de la burguesía de Luis Buñuel. Este año hace 50 de eso.

* * *

Oscar 2022. La cinta que más premios ganó –seis– fue la adaptación superficial y grandilocuente de un cómic. Entre las nominadas a mejor película figuraban cuando menos siete películas disruptivas y originales, seis de ellas de directores consagrados; las derrotó una comedia familiar convencional, remake innecesario de una cinta francesa cuya relevancia reside en la corrección de su agenda política y no en su valor artístico.

En cuanto a lo más comentado, fue el desplante violento de un machito inseguro ante el chiste idiota con que un comediante trasnochado hizo tibia mofa de su señora. Lejos está 2022 de haber sido un mal año para Hollywood, al menos en términos
cinematográficos. Habrá que identificar el problema en otra parte.

TE PUEDE INTERESAR: Alzar la voz por Ucrania es alzar la voz por la democracia 

Liza Minnelli en silla de ruedas, temblorosa, envejecida a destiempo, sin claridad de propósito, el rostro cubierto por una máscara de sí misma: he ahí la imagen –a un tiempo desoladora, entrañable y extrañamente pertinente– que mejor encierra el espíritu de estos Oscar versus el de aquellos.

Falta Bob Fosse para filmarlo.

Nicolás Alvarado

IG: @nicolasalvaradolector

MAAZ