MALOS MODOS

Despedidas de soltero, cachitos de lotería y otros grandes momentos de la economía

Lo bonito es que, con una mañanera todos los días, espacio magnífico para proponer iniciativas desarrollistas a botepronto, el cielo, como digo siempre, es el límite

OPINIÓN

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Julio Patán / Malos Modos / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Agarras el taxi-helicóptero de Polanco en Presidente Masaryk, ya a medios chiles porque, como no tienes que manejar, tampoco tienes que preocuparte por los alcoholímetros y te abandonaste a los placeres de eso que no hace mucho se llamaba pre copeo, y te lanzas al Felipe Ángeles. 

En las pistas vacías te esperan 35 amigos que llegaron antes, igualmente a medios chiles, al pie de todo un avión presidencial que el Presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, licenciado Andrés Manuel López Obrador, ha puesto a tu disposición, se entiende que previo módico pago, para que organices la despedida de soltero del Iñaki, que se va a casar con la Lorenza.

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Al día siguiente, incapaz de recordar lo que pasó después del octavo shot, pero con el cuerpo lleno de esa coqueta, varonil felicidad que dan las fiestas a morir, mientras sorbes un Clamato con Ultra, te dices: “Goey, ha que armar otra el próximo fin de semana”, llamas y ¡bum!: una voz militar te notifica que no es posible, que el avión presidencial ya está reservado hasta abril de 2023. Es entonces que te das cuenta de que estás gobernado por un genio de la economía. Y es que aquí no necesitamos ni inversión extranjera, que ya sabemos que anda a la fuga; ni inversión nacional, que ídem; ni una política energética con visos de racionalidad, como muestran las pérdidas nivel chavismo de Pemex o la CFE; ni vender aguacate; ni turismo, a juzgar por el tiroteo nuestro de cada día en Cancún o Acapulco. 

A cambio, se renta el avión que se iba a vender-se rifó-no se rifó pero sí se rifó o, según avisó el Presidente, muy aficionado a los sorteos, se venden cachitos de lotería donde te puedes ganar lo mismo un terrenito recuperado de las garras de la criminalidad en Sinaloa, que un carro de lujo confiscado. 

Con lo cual no sólo se le da un impulso bárbaro a la economía, sino que a la vez, cosa igual de importante, el gobierno federal nos llena de momentos felices.

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¿Ya se vieron? “Mi amor, empaca. Me acabo de ganar una Suburban con blindaje casero”. Lo bonito es que, con una mañanera todos los días, espacio magnífico para proponer iniciativas desarrollistas a botepronto, el cielo, como digo siempre, es el límite. Imagínense las maravillas que pueden venir: cacería de jaguares en la ruta del Tren Maya (con las calibre 50 decomisadas durante el año, sobra decir), o venta de besos tipo kermés con los diputados de Morena, aprovechando que luego no usan cubrebocas y sobre todo que están desesperados por recuperar el cariño del Presidente, caso de esa sexy thing que es Noroña. 

Mientras, compren su cachito. Pero apúrense. Ya saben que a Gertz le gustan los coches, así que en una de esas le da por meter a la cárcel a la directora de la Lotería y decomisar todas las series, a ver si su colección llega a los 250.

POR JULIO PATÁN

JULIOPATAN0909@GMAIL.COM

@JULIOPATAN09

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