LA ENCERRONA

Racismo, un aterrizaje forzoso

Hoy las charlas habituales de la mayoría de la sociedad mexicana es el catalogar(se) entre chairos y fifís, entre rubios y morenos

OPINIÓN

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Adriana Sarur / La Encerrona / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

“La culpa no es del indio, sino el que lo hace compadre” - Dicho (discriminatorio) popular.

En el día conmemorativo al natalicio de Benito Juárez, se inauguró con “bombo y platillo” el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), en medio de un ambiente repleto de polémicas. Desde las críticas añejas de la cancelación del proyecto aeroportuario en Texcoco a través de una consulta; posteriormente los señalamientos a las condiciones técnicas de la nueva sede en Santa Lucía; la opacidad en los costes; la construcción y subsiguiente operación a cargo de las Fuerzas Armadas; la lejanía, complicados accesos y costosa logística; su entrega e inicio de operaciones sin estar terminado en su totalidad; hasta los vacíos en la zona comercial, los tacos al pastor y la vendedora de tlayudas.

La sintonía del día de la inauguración del AIFA, el nacimiento del “Benemérito de las Américas”, también coincide con el Día Internacional de Eliminación de la Discriminación racial, y más allá de las controversias técnicas y políticas suscitadas por el nuevo aeropuerto, la discusión que acaparó el centro de la opinión pública en noticias y redes sociales fue la venta de tlayudas (o huaraches) dentro de los pasillos de la nueva terminal aérea, destapando un problema silencioso, pero muy presente en la cultura mexicana: la discriminación a causa del racismo y clasismo existente en nuestro país.

Un factor a considerar es que la actualidad socio-política en México afronta una de sus mayores divisiones en décadas. Hoy las charlas habituales de la mayoría de la sociedad mexicana es el catalogar(se) entre “chairos” y “fifís”, entre rubios y morenos, entre ricos y pobres.

En este sentido, se pudo observar todo tipo de reacciones de usuarios de redes (asumidos en alguno de los bandos), algunas mesuradas aludiendo a la diversidad culinaria mexicana, pero en su mayoría fueron frases y memes insultantes hacia AMLO, el AIFA y para la vendedora de dicho antojito mexicano. Retahílas como “es un aeropuerto para nacos”, “somos el hazmerreír del mundo”, “el CHAIFA no es más que una central camionera”, etc.

De igual manera, desde la perspectiva opuesta, también inundó las redes con improperios para los llamados “whitexicans” con mensajes de odio y acusaciones de todo tipo. El Presidente no se sustrajo de involucrarse en la discusión y en su “mañanera” del martes “azuzó el fuego polarizante” al cuestionar “¿Qué quieren? ¿Cómo se llaman las tortas esas de Estados Unidos? ¿Hamburguesas? …Es mucho el racismo, el clasismo y el coraje”.

Sin embargo la discusión de la discriminación en México tiene que ser más profunda que sólo hablar de tlayudas o aeropuertos. Para ponerlo en perspectiva, y según la Encuesta Nacional de Discriminación (2017), en nuestro país más de 20 por ciento de los 84 millones de personas de 18 y ma´s an~os se ha sentido discriminada por algu´n motivo. Las causas ma´s frecuentes de percepcio´n de discriminacio´n fueron la forma de vestir o el arreglo personal, con 30 por ciento, y la complexio´n fi´sica, con 29 por ciento.

La situación se agrava en la población indígena, pues 29 por ciento de la poblacio´n indi´gena de 12 y ma´s an~os declaro´ al menos un incidente de negacio´n de derechos en los u´ltimos cinco an~os, siendo la atencio´n me´dica o entrega de medicamentos la de mayor incidencia, con 51.2 por ciento; la recepcio´n de apoyos de programas sociales, con 38 por ciento; y a más de 29 por ciento le negaron atencio´n o servicio en oficinas de gobierno. Debemos de revertir esta estadística, la lucha en contra de la discriminación en el territorio nacional es un constructo social que se debe concientizar por todas y todos los mexicanos.

POR ADRIANA SARUR
ADRIANASARUR@HOTMAIL.COM
@ASARUR

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