DEFINICIONES

Incorregible

La alcaldesa en Cuauhtémoc, Sandra Cuevas, no sale de una, cuando ya se metió en otra

OPINIÓN

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Manuel López San Martín / Definiciones / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

No sale de una, cuando ya se metió en otra. La alcaldesa en Cuauhtémoc, Sandra Cuevas, es incorregible. Quienes la siguen arropando, deberán pensárselo dos veces antes de continuar haciéndolo.

Cobijar a quien sistemáticamente se burla de las autoridades y se brinca la ley, es de alto riesgo.

Ayer, Cuevas llegó a un acuerdo con la Fiscalía General de Justicia de la CDMX para poder volver al cargo, ante las denuncias por robo, abuso de autoridad y discriminación. Para alcanzarlo, debió reconocerse culpable, afirmar que los hechos ocurrieron como el MP acreditó; comprometerse a pagar los radios y teléfonos celulares de los policías que la denunciaron, disculparse con ellos públicamente; aceptar someterse a tratamiento psicológico por manejo de ira durante seis meses, y no hablar del caso.

No había transcurrido una hora de alcanzado el acuerdo, y la alcaldesa violó el compromiso al que había llegado. Apenas puso un pie en la calle, tras la audiencia, lo desacató.

“Me disculpo, pero no reconozco los hechos”, dijo. Saliendo de una audiencia donde reconoció los hechos y se comprometió (por mandato de un juez) a no hablar del tema, desconoció los hechos y habló del tema.

La Fiscalía tiene cinco días para impugnar y solicitar que se revoque la suspensión del proceso.

Hacerlo no sería “persecución política”, como ella ha acusado, sino respeto a la ley.

La alcaldesa incumplió el acuerdo reparatorio, al hacer lo que estaba impedida a hacer. La prohibición fue expresa. Ella se la saltó.

Otra raya más al tigre. Cuevas acumula más escándalos que meses en el cargo. Su palabra vale muy poco. La suspensión de su cargo, derivada de dos denuncias realizadas por policías contra ella y tres servidores públicos más por robo, abuso de autoridad y discriminación —por las que ella se declaró culpable ante un juez—, no es ni de cerca el primer exceso.

Su primer escándalo llegó con ella al cargo. El día en que tomó protesta, el 1 de octubre de 2021, se estrenó con un evento en el que hubo una alfombra roja, pantallas, bebidas, salas VIP e incluso un espectáculo con mariposas y pirotecnia en la explanada de la alcaldía. ¿Cuánto reportó su gobierno como costo del acto?

Nada. Cero pesos. ¿Quién pagó, entonces?

También el año pasado, la alcaldesa fue captada en una Suburban nueva, con valor de casi dos millones de pesos, cuyas placas del estado de Morelos fueron alteradas; un delito que, según el Código Penal de la CDMX, se castiga con hasta ocho años de cárcel.

Hace menos de un mes, el domingo 28 de febrero, convocó a una verbena popular y, desde la explanada de la alcaldía, lanzó pelotas con billetes de 500 pesos pegadas en ellas. Pese a que la escena quedó videograbada, ella negó los hechos que estaban a la vista de todos.

La alcaldesa no parece una perseguida política, si acaso es víctima de alguien es de sí misma.

POR MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN
M.LOPEZSANMARTIN@GMAIL.COM
@MLOPEZSANMARTIN

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