UNA CHAIRA EN EL HERALDO

¿De qué hablamos cuando hablamos de Aeropuerto?

Los propios empresarios asistentes al AIFA lo calificaron como “muy digno, práctico, una obra de arte y construido en un tiempo récord”

OPINIÓN

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Fernanda Tapia / Una Chaira en El Heraldo / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

Decidí parafrasear a Murakami en el título de esta columna ya que pareciera que cada quien está hablando de algo diferente, cuando se aborda el tema del AIFA. Para efectos prácticos fue la respuesta de un gobierno con una visión honesta, a la saturación vivida en el Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México. 

ÇSe comentó el diseño a un muy reconocido arquitecto de aeropuertos que ya se había aventado el de Tailandia, el de Bonn y otros más. “Que no lo dejaron opinar a la hora de realizar el proyecto y que algunas cosas tuvieron que variar de fondo y de forma”… seguramente fueron decisiones que se tuvieron que tomar por efectos de presupuesto y tiempos de entrega.

 Sin embargo, los propios empresarios asistentes al lugar lo calificaron como “muy digno, práctico, una obra de arte y construido en un tiempo récord”. Qué el señor Slim agregara maliciosamente que la Ciudad de México seguía necesitando “un gran aeropuerto”, eso es otro asunto. Si se logran activar a capacidad el Felipe Ángeles y el de Toluca, la problemática que dio lugar a todo este vericueto quedará más que resuelta. Lo de tener un aeropuerto que compita en belleza con el de Singapur, puede sonar muy tentador pero no no es algo que se encuentre dentro de las verdaderas necesidades de un país como México en estos momentos. 

Yo sinceramente repetiría la invitación de mi Cabecita de Algodón, que ya se le había extendido al señor Slim y varios empresarios cuando se presentaron a defender el mal hadado aeropuerto de Texcoco. Simple y llanamente les dijo: “Ustedes pueden terminar el NAICM. Con sus recursos”. 

A lo que Slim contestó: “…No, es muy caro!”. Por supuesto que era muy caro. En el libro La cancelación, el pecado capital de AMLO, el ingeniero Javier Jiménez Espriú (quién por cierto no es porrista de la 4T), lo deja muy claro. 

El proyecto de Texcoco no se continuó a pesar de llevar en realidad sólo 20 por ciento de avance por tres razones: ambientales, costos y porque el lugar por sí mismo no servía para albergar un aeropuerto. Iba a necesitar que se le inyectara concreto a esas pistas, incluso antes de haberlo terminado y así ¡cada año! 

Además aquel aeropuerto nos recuerda asuntos tan oscuros como una amañada votación para elegir entre Hidalgo y Texcoco. Represión a los habitantes de Atenco. Estudiantes de la Ibero reclamándole al presidente Peña, quien corrió a esconderse a un baño. Tres mujeres originarias encarceladas por secuestro de policías, mismas a las que posteriormente les tuvo que pedir perdón el gobierno mexicano. 

Es decir, la cancelación de aquello que no era viable, obedecía a oscuros intereses económicos y arrastraba una terrible sombra de inequidad social, contra… la inauguración de una Terminal Aérea que representa, en mucho, la filosofía de la 4T. Y ya ni hablar de la recuperación ecológica y con espíritu de rehacer el tejido social por sus zonas de esparcimiento, en el rescatado espacio de Texcoco. Como dijo aquel: “Ya supérenlo”.

POR FERNANDA TAPIA
DENUNCIAS@FERNANDATAPIA.COM 
@TAPIAFERNANDA

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