Sin decir agua va, la fracción de Morena en la Cámara de Diputados madrugó al bloque opositor (conformado por PRI, PAN y PRD), y adelantó los trámites legislativos para empujar el debate y la eventual aprobación de la Reforma Eléctrica.
Existía un acuerdo no escrito para que este asunto se desahogara hasta después de las elecciones del 5 de junio; sin embargo, la bancada del partido guinda, que comanda el poblano Ignacio Mier, impuso un nuevo calendario y arrancó todo el proceso.
Según la ruta legislativa planteada por la 4T, del 25 de marzo al 5 de abril se analizará y dictaminará el proyecto final.
En los días 7 y 9 de abril se circulará el proyecto de dictamen. Y entre 11 y 13 se subirá al Pleno para su votación final; posteriormente se enviará la minuta al Senado, el 14, en plena Semana Santa. Por lo pronto, ayer se instalaron y declararon en sesión permanente las comisiones unidas de Energía y Puntos Constitucionales, hecho que desconcertó a los coordinadores de PRI, PAN y PRD, Rubén Moreira, Jorge Romero y Luis Espinosa Cházaro, respectivamente.
Los tomó por sorpresa porque había un compromiso para dejar pasar este periodo de sesiones, pero, sobre todo, porque a Morena y sus aliados (PT y PVEM) no les dan los votos para lograr la mayoría que se requiere.
Por el lado de la oposición, el PRI, de Alejandro Moreno, buscó ganar tiempo y pidió mandar el dictamen que surja de comisiones a las cámaras empresariales, aunque también trae otra propuesta de reforma legal para fortalecer a la CFE.
El PAN, de Marko Cortés, planteaba que se convocara a un extraordinario para analizar la viabilidad de otros proyectos, pero a Morena no le conviene eso ni llevar el tema a la Comisión Permanente, porque los números tampoco le dan.
Con todo, el bloque Va por México espera que Morena haga cambios para votar algo por “consenso”, aunque por el madruguete, creen que se la van a jugar para aprobar la Reforma Eléctrica antes de tiempo y sin moverle una coma, tal y como se planteó desde Palacio Nacional.
Eso ha propiciado que el ambiente en San Lázaro sea de incertidumbre. Hay muchas especulaciones y sólo la certeza de que Morena se quiere adelantar, con todo y que tienen encima la consulta por la Revocación de Mandato.
Una apuesta arriesgada porque en matemática simple y llana, al partido guinda y sus aliados (con unos 277 votos) no les da para una mayoría calificada, como tampoco le da a la oposición (PRI, PAN, PRD y MC) para imponer un proyecto diferente.
Un dato final: por tratarse de una reforma constitucional, Morena necesita 333 votos. Además de que esa votación sería presencial, no a distancia como actualmente sucede.
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Y como dice el filósofo… Nomeacuerdo: “El pájaro madrugador se queda con el gusano, pero es el segundo ratón el que consigue el queso”.
POR ALFREDO GONZÁLEZ CASTRO
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@ALFREDOLEZ
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