SILBATAZO INICIAL

Grandes diferencias

El deporte estadounidense es por excelencia la explicación más imponente de ello. Saben que su liga, aunque en algunos años será la mejor de Norteamérica, no ofrece todavía un nivel de roce internacional

OPINIÓN

·
José Eduardo Iga / Silbatazo Inicial / Opinión El Heraldo de México

Así como hemos exaltado el dominio histórico e inexpugnable de la Liga MX sobre la estadounidense, plasmado, sobre todo, en la Concachampions, en donde la última vez que se coronó una escuadra de las barras y las estrellas fue en 2000, cuando lo hicieron Los Ángeles Galaxy, es momento de comenzar a poner sobre la mesa el dominio inequívoco que comenzará a fraguar, de aquí hasta la eternidad, la selección del país vecino sobre la nuestra.

En el saldo total de duelos entre ambas, México sigue llevando una clara ventaja, con 36 victorias a cambio de apenas 22, de Estados Unidos. Si usted lee este dato, quizá tache de exagerado el arranque de esta entrega; si se pone a hablar de proyectos de ambas naciones, seguro discernirá lo mismo que su servidor. Mientras uno piensa a futuro, el otro se ha quedado en el pasado.

Para el Mundial de Rusia, la Unión Americana del Norte se quedó fuera. El detalle es que cuando una potencia tiene un episodio sombrío, hace lo posible por no volverlo a repetir. El deporte estadounidense es por excelencia la explicación más imponente de ello. Saben que su liga, aunque en algunos años será la mejor de Norteamérica, no ofrece todavía un nivel de roce internacional. ¿Qué hicieron? Exporta jugadores como puedas y al precio ínfimo que seguro pagarán equipos europeos por ellos. No importa.

Queremos ser campeones del mundo, no hay otro modo. Lleva a tus actores a la élite balompédica. En este mercado de fichajes, fueron ocho los elementos exportados. No importa a qué equipos. Lo relevante es colocarlos en las competiciones top.

México sólo llevó a El Viejo Continente a uno, que además desde que se fue ha jugado solo 34 minutos en la liga de España. Por cierto, acá pensamos que Orbelín Pineda costaba 20 millones. Christian Pulisic, con toda una vida por delante, fue incorporado gratis al Dortmund a los 16 años de edad, y al siguiente, ya había debutado. Otro ejemplo de esto es Gio Reyna. Los campos de primera división lo vieron a los 17.

Acá dizque por procesos los queremos exhibir a los 20, y a esa edad, todavía están verdes. No aprendemos que por estadística los mejores de la historia han saltado al campo antes de cumplir los 18.

Si los mercenarios directivos se empeñan en destruir la liga con sus terroríficas decisiones, ojalá que por lo menos a alguno de ellos se le prenda el foco de no inflar el precio del jugador mexicano y si no se le va a dar oportunidad aquí por la impresionante cantidad de foráneos, que consigan colocarlos del otro lado del Atlántico como sea. De lo contrario, de a poco el nuevo gigante de la CONCACAF tendrá una jetatura imposible de sacudir. Ya son tres derrotas consecutivas de los nuestros ante el acérrimo rival deportivo. Podría llegar la cuarta y primera de la historia en el Azteca, y si no es ahora, no tardará mucho en llegar, mientras sigamos con las malas prácticas.

P.D. Nuestro lateral izquierdo becado por Gerardo Martino es banca en el Monterrey y registra cero asistencias en 44 partidos. Sígale, profe. En fin. ¡Ya me voy!

POR JOSÉ EDUARDO IGA
TITULAR DE ARREBATO DEPORTIVO EN EL HERALDO RADIO TORREÓN
@JOSE_IGA

SIGUE LEYENDO

El lado de la esperanza

El lado de la esperanza / segunda parte

De guillotinas y bombazos norteños…

CAR