COLUMNA INVITADA

La solución no viene en frascos

Para fines prácticos estamos viviendo una era diferente, por más absurdo que parezca entre más conocimientos y más derechos pro humanidad, mayor es el número de absurdos y atropellos que vivimos

OPINIÓN

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Sara Elvira Morgan Hermida / Columna Invitada / El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Durante los años ochentas empezaron a surgir aquellas figuras a las que hoy conocemos como CEO´s, Chief Executive Officer, que literalmente en español significa «Oficial Ejecutivo en Jefe». Lo anterior hizo despegar los salarios de estos altos y altas ejecutivas. En una cifra señalada por Executive Paywatch | AFL-CIO (aflcio.org), ganaron 299 con relación al resto de los demás empleados promedio. Ello simplemente indica que el valor laboral no es igualmente recompensado. Si tu te preguntas porque siempre existe una carrera entre alcanzar un salario saludable que no sea alcanzado por los niveles inflacionarios, esta es una de las respuestas. En general este no es un asunto aislado, muchas de las empresas de alto perfil manejan este tipo de directivas en una persona a quien regularmente le adjudican el haber logrado en alguna otra empresa haberle evitado la quiebra o engrandecido su patrimonio. En realidad hay mucho más allá de lo que pudiera pensarse en el trayecto. Si te fijas bien estos y estas altas ejecutivas son jóvenes, o por lo menos dentro de la media de 20 y hasta 50 años mismos que no los parecen, salen en revistas de negocios pero también de ostentación de lo que supondría debiera ser la vida.

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Lucen felicidad y parecen gente inagotable, hacen ejercicios diarios, tienen niños y niñas que parecen superdotados. Un mes después de haber parido las mujeres lucen otra vez, una silueta delgada y cuidada. Tienen una alimentación equilibrada, pero sobre por todas las cosas hacen que los demás trabajadores parezcan inadaptados o fuera de lugar en este perfecto mundo. Es el virus de lo inalcanzable de que únicamente con la competencia se puede llegar a ser.

Sabemos que las empresas tienen contratados a personas que saben manejar las crisis y sortearlas, pero también hemos visto que durante al menos tres décadas las personas han dejado de ser relevantes y únicamente la concentración se fija en la juventud y la ganancia. Quizá me podrías argumentar que este es el fin último de la empresa, pienso que no, de ser cierta esta hazaña muchas empresas habrían dejado de existir, y lo que perdemos de vista es que los negocios son un juego sin fin, es decir, todos los días se crean y se destruyen millones, por supuesto también sus empleos.

Para fines prácticos estamos viviendo una era diferente, por más absurdo que parezca entre más conocimientos y más derechos pro humanidad, mayor es el número de absurdos y atropellos que vivimos.

En materia de trabajo lo más impactante es que éstos no sirven para hacer crecer la economía de la empresa o que esta tenga un gran desarrollo. Como consecuencia se nos ha planteado la idea que trabajar más, pero cada día tenemos menos. Ello redunda en los días de descanso, en las pensiones, en las formas de vivir la vida entrando en la madrugada y saliendo en la noche.

El gran mito de Sísifo donde la historia termina solamente para comenzar a través de nuestras siguientes generaciones. Pero asomándose a una realidad diferente y mas asequible podríamos pensar en cambiar el destino dejar que la plenitud del trabajo se vuelque en bienestar mutuo entre empresa y personas que trabajan, para forjar nuevas visiones sobre lo que la economía puede lograr.

Pienso en los llamados milenials muchas de estas personas tienen o están arribando a los cuarentas con mejor educación que quizá sus padres o madres, pero sin poder volar alto, llenos de libros de autoayuda que les dicen que renuncien y que se dediquen a lo que más les gusta un sueño nada más, lleno de vacíos porque de lo que se trata no es de abandonarlo todo, sino de vivir con el todo. Llenos de ideas de otras personas que plasman sus excepciones en estos librejos, no se dan cuenta de que todo es cuento y que lo que funciona para unos no es suficiente para otros. Se nos ha olvidado la filosofía y quizá hoy en este mundo un Ortega y Gasset nos podría dar perspectiva “Tu eres tu y tu circunstancia.”

En virtud de lo anterior parece que las personas trabajadoras se aterran cuando rozan los cuarenta años, alguien más los ha convencido de que probablemente estarán dentro de las listas de prescindibles dentro de la empresa, y ello acarrea miedo que como bola de nieve arrasa con el buen ambiente de trabajo que debe prevalecer entre generaciones divergentes que regale a cada edad experiencia o nuevas formas de hacer, pudiendo generar un engrandecimiento económico y de oportunidad en sus lugares de trabajo.

El dejar de lado la ética empieza a ser lo de cada día, una lucha constante se presenta en muchos trabajos, donde el hacer que el otro o la otra se equivoque impera. Muy apropiado sería decir que la amenaza es real, y se crean verdaderos conflictos internos para cada trabajador de muy diversa índole y de ahí las nuevas enfermedades de trabajo de salud mental y que hoy encabezan los mayores motivos de discapacidad, burn out, depresión, ansiedad, ataques de pánico, prescripciones médicas con ansiolíticos y antidepresivos, medicamentos (muchos de ellos controlados) que han sustituido las aspirinas o el paracetamol.

Durante este tramo de modificación a la Ley Federal del Trabajo se han insertado la NOM 035 DOF - Diario Oficial de la Federación Factores de riesgo psicosocial en el trabajo-Identificación, análisis y prevención., así como la 025 Norma Mexicana NMX R 025 SCFI 2015 en Igualdad Laboral y No Discriminación | Instituto Nacional de las Mujeres | Gobierno | gob.mx (www.gob.mx). De las que empresas y personas trabajadoras han escuchado hasta el cansancio y han opuesto resistencias ambos por la desconfianza; los primeros porque las emociones no se fragmentan y como se puede diferenciar lo de afuera con respecto a lo de adentro y de los segundos sobre la incredulidad de su aplicación.

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Empecemos entonces cada parte a flexibilizar nuestro pensamiento y pongamos aceite al engranaje para que el trabajo regrese nuevamente a ser una fuente de felicidad y beneficio para todas las personas, pero sobre todo reales que impacten en una vida llena de soluciones en lugar de problemas

Podríamos concluir que donde se tratan de negar las emociones, la solución viene en frascos y éstos no resuelven nada.

POR SARA ELVIRA MORGAN HERMIDA
CONSULTORA EN MATERIA LABORAL
@MORGANSAREL

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