Han pasado dos años de la pandemia en un abrir y cerrar de ojos y la participación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ha sido determinante. Era la víspera de Semana Santa del 2020, las estadísticas sobre casos y decesos por el virus SARS-CoV-2 iban en aumento.
Los chinos difundían la construcción de un hospital en diez días. Nunca se habló del tiempo de planeación y diseño. Nuestra misión fue planear y construir a la vez. ¡El reto era mayúsculo!
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Se analizaron unidades móviles y carpas inflables, entre otras opciones, pero no cubrían las necesidades y volúmenes de casos presentados hasta entonces insospechados.
Personal técnico del IMSS desarrolló un esquema seguro, funcional y confortable para evitar la propagación, privilegiando la protección de los equipos médicos que tendrían que instalarse y ponerse en operación en el menor tiempo posible; más tarde lo adoptaría la Secretaría de Salud.
La pandemia se declaró el 23 de marzo de 2020 y era tiempo de tomar decisiones rápidas y certeras. Las primeras ciudades que debían protegerse eran la Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara; era necesario que los hospitales quedaran funcionando en máximo cuatro semanas, y se logró.
Por primera vez fueron utilizadas instalaciones aparentes en unidades médicas del IMSS; la crítica no se hizo esperar: “…nunca hemos tenido ductos y tuberías visibles, requieren mayor limpieza.” La respuesta fue: “…en la historia del IMSS nunca habíamos tenido una pandemia de estas dimensiones y se tendrá que limpiar con mayor frecuencia”.
Los hospitales temporales constan de dos pabellones de 20 camas y sus servicios, un Triage para la clasificación de enfermos y áreas de apoyo, buscando su autosuficiencia de servicios.
La renovación del aire fue una preocupación, por lo que se instalaron filtros que garantizaban su limpieza en un 99%, al poco tiempo se hizo común escuchar el uso de los filtros HEPA para evitar la propagación del virus.
Otro reto para superar fueron las temperaturas elevadas en el norte del país, particularmente en Monterrey y su zona conurbada. El equipo técnico del IMSS y el proveedor tomaron la decisión de poner un sobre toldo para lograr una barrera de sombra y aire. Esa fue la solución.
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Después de 24 meses, dos de los tres hospitales temporales siguen funcionando en Apodaca, Nuevo León y Oblatos, Jalisco.
Los tres hospitales ayudaron al tratamiento de miles de pacientes con COVID-19 y la decisión de incursionar en soluciones novedosas, valió la pena.
En 2021, por este proyecto, el IMSS recibió una “Mención de Honor” a nivel Latinoamérica, otorgada por asociaciones de arquitectos dedicados a temas de salud, en el que participaron Argentina, Perú y Colombia, entre otros países.
POR JUAN MANUEL DELGADO GARCÍA
TITULAR DE LA UNIDAD DE INFRAESTRUCTURA, PROYECTOS ESPECIALES Y CARTERA DE INVERSIÓN IMSS
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