Cuando nos referimos a una ciudadanía activa, no podemos dejar de considerar los mecanismos de participación, que forman lazos de pertenencia a su comunidad.
Una mezcla perfecta es, por un lado contar con un gobierno que garantice espacios de participación, al mismo tiempo que la ciudadanía esté interesada en participar y decidir en los asuntos públicos, pues es el primer paso para pensar en un verdadero desarrollo democrático del país.
Si analizamos nuestra historia, vemos lo difícil que ha sido hablar de democracia y participación comunitaria; incluso es una lucha que no está del todo superada; pues es necesario que todas las autoridades tengan espacios de participación ciudadana en temas que son de su interés o que impacten en sus actividades cotidianas.
Recordemos que las relaciones sociales son la base de cualquier comunidad; y el espacio en el que se comienzan a desarrollar esas habilidades, es en casa y con la familia, pues es considerada la célula básica de la sociedad.
En diversos ámbitos, incluido el escolar, se dice que las y los niños son el reflejo de los padres o tutores, y esa afirmación es verdad; pues si se fomentan espacios de respeto, esas mismas actitudes las van a repetir en otras actividades cotidianas, y mientras el menor crece, se irán generando hábitos que le ayudarán en su edad adulta a atender sus responsabilidades y obligaciones.
Hoy, tenemos diversas leyes que señalan la importancia de la formación y educación desde edades tempranas, pues ayuda a contar con futuros ciudadanos, consientes de sus deberes cívicos y comprometidos con su comunidad.
Esta formación de lazos de identidad y de tejido social, serán una pieza fundamental en la planeación y desarrollo de nuestra ciudad. Pero para lograrlo, estoy convencida que hace falta generar más y mejores espacios en los que las niñas y niños de primera infancia puedan participar e involucrarse en decisiones que les pueden impactar, pero es necesario atender a su edad y a los procesos cognoscitivos.
A pesar de que diversas autoridades han emprendido esfuerzos aislados por involucrar a niñas y niños en la vida pública del país y de la ciudad, no existe en la Ley la obligación de contar con estos espacios de manera continua; por eso es necesario actualizar las normas en beneficio de la primera infancia, por lo que he propuesto ante el Congreso de la Ciudad que exista un Plan de Participación Ciudadana de la Primera Infancia, con el objetivo de brindar educación continua en la materia, inculcar valores cívicos y fomentar la participación de niñas y niños, reconociendo el papel tan importante que juega la familia en ese proceso.
Con esta propuesta, no sólo estamos apostando por la formación de futuras ciudadanas y ciudadanos, sino que también permitirá que las políticas públicas para la primera infancia sean analizas y evaluadas con diversos enfoques que posibiliten a las autoridades disminuir las desigualdades entre la población.
Como lo he dicho antes, estas medidas en favor de la niñez, no debe considerarse como un gasto, sino por el contrario, es una inversión adecuada y necesaria para tener mejores ciudadanos, pues en ellos descansará el desarrollo y progreso de nuestro país.
Por Gaby Salido
Diputada local en la Ciudad de México
Presidenta de la Comisión de Uso y Aprovechamiento
del Espacio Público del Congresos de la CDMX
Twitter: @gabysalidohttps://gabysalido.mx/
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