COLUMNA INVITADA

Jueces y patriotismo

Roque Estrada Reynoso y Teófilo Olea y Leyva, a la sazón ministros de la Corte a partir del año de 1941, son los primeros ejemplos

OPINIÓN

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Juan Luis González Alcántara / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

n tiempos actuales, resulta difícil imaginar que un juez perteneciente al Tribunal o Corte de la más alta jerarquía de un país –como un ministro en México o un justice en Estados Unidos de América– se una a las fuerzas de defensa de su país en momentos de algidez –como la invasión por parte de una expedición agresora extranjera–.

No obstante, aún se ven estos casos de patriotismo.

La Law Society Gazette, una revista británica digital que se especializa en temas jurídicos, publicó el pasado 7 de marzo, un artículo de John Hyde, director editor de noticias, en el que da a conocer lo siguiente: el juez de la Corte Suprema de Ucrania, Iván Mishchenko, tras dejar a salvo a su familia, se unió a las fuerzas de defensa de su país. ¡Un juez constitucional en el frente de guerra!

En el México convulso del siglo XIX y de principios del siglo XX ha habido casos, guardadas las diferencias, con el del juez Mishchenko, en los que ministros de la Suprema Corte de Justicia de México previamente han formado parte de la defensa militar o armada en movimientos intestinos como la Guerra de Reforma y la Revolución de 1910, o en guerras contra invasores extranjeros, como los norteamericanos y los franceses.

Roque Estrada Reynoso y Teófilo Olea y Leyva, a la sazón ministros de la Corte a partir del año de 1941, son los primeros ejemplos.

El primero fue el general brigadier y combatió al lado de Francisco I. Madero, en el movimiento antirreeleccionista y contra el usurpador Victoriano Huerta.

El segundo, aunque jurista e intelectual destacado, también enarboló las armas durante la Revolución.

Durante la Guerra de Reforma y la Intervención Francesa, destaca sin duda el nombre de Jesús González Ortega, el héroe de Calpulalpan, Tlaxcala; militar empírico y jurista obligado a presidir la Corte.

El propio benemérito Benito Juárez, puede ubicarse en las filas de este recorrido, advertencia hecha de que no era el brazo armado de la República liberal, aun cuando era la personificación viva del movimiento.

Y, finalmente, el episodio en el que un presidente de la Suprema Corte se convierte en Presidente de la República para lograr la paz ante el intervencionismo norteamericano: don Manuel de la Peña y Peña.

Estados Unidos también tiene lo suyo. Tal vez el mejor ejemplo es el del más célebre chief justice que hayan tenido: John Marshall, miembro activo del Ejército Continental durante la guerra de independencia de ese país.

No sólo hay jueces, también hay héroes que se debaten entre la justicia y el amor a la patria.

POR JUAN LUIS GONZÁLEZ ALCÁNTARA
MINISTRO DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA

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