REFLEXIONES CONSTITUCIONALES

La Sucesión Presidencial: II) el cambio de paradigma

Las condiciones de la economía mundial empezaron a cambiar y el mercado –es decir, la empresa privada

OPINIÓN

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Alfredo Ríos Camarena / Columna Invitada / Opinión: El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

Las condiciones de la economía mundial empezaron a cambiar y el mercado –es decir, la empresa privada— prevaleció sobre el Estado; el Presidente López Portillo perdió la brújula del destino nacional, entusiasmado por la riqueza petrolera y gobernó con frivolidad y soberbia; le entregó el mando a una nueva generación con Miguel de la Madrid, cerrándole el paso a su compadre Pedro Ojeda Paullada, Secretario del Trabajo.

El nuevo Presidente afrontó el cambio de paradigma que se instaló en el mundo a partir de la Teoría Económica inspirada por Friedrich Von Hayek y Ludwig Von Mises en la Gran Bretaña y por Milton Friedman en Estados Unidos; la crisis económica fue muy grave y el país se encontraba económicamente destruido con las más grandes devaluaciones, acompañadas de una inflación sin precedentes.

De la Madrid optó por una nueva generación y, en lugar de acudir a sus compañeros Sergio García Ramírez, José Miguel González Avelar, Manuel Bartlett o el propio Ramón Aguirre, se decantó por el joven economista Carlos Salinas de Gortari.

Salinas devolvió la esperanza nacional con una abierta política tendiente al neoliberalismo; firmo el Tratado de Libre Comercio con América del Norte y al final de su gobierno –con el asesinato de su candidato Luis Donaldo Colosio y el levantamiento Zapatista— terminó en condiciones muy complicadas, entregándole el bastón de mando a Ernesto Zedillo Ponce de León, quien abandonó al PRI tratando de erigirse en el “padre de la nueva democracia” y, finalmente, entregó el poder a Vicente Fox Quesada en la llamada “alternancia”.

Las elecciones que llevaron a Fox al triunfo entusiasmaron a gran parte de la población, no obstante, la decepción popular creció y, a pesar de eso, el Partido Acción Nacional volvió a ganar las elecciones, no con el candidato preferido de Fox, Santiago Creel, sino con Felipe Calderón.

Calderón inició la guerra contra el crimen organizado y el país se descompuso aún más; llego al poder en unas cuestionadas elecciones en las que parecía haber obtenido el triunfo López Obrador.

El PRI, sin el mismo sustento ideológico del Siglo XX, obtuvo una victoria gracias al carisma personal de Peña Nieto, sin embargo, pronto surgieron las decepciones pues había dividido el poder entre el Secretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong y el Secretario de Hacienda, Luis Videgaray; se complicó la sucesión y tuvo que convertir en candidato a un personaje de honorabilidad incuestionada y de alta capacidad técnica, pero de poca experiencia política; a media campaña lo abandonó para darle paso al Presidente Andrés Manuel López Obrador.

Este gobierno se caracteriza por un liderazgo carismático, que ha concentrado el poder presidencial de manera absoluta, pretendiendo romper con la llamada “economía neoliberal” pero sin rumbo ni destino; ha crecido la inseguridad de manera exponencial, nos azotó la Pandemia de manera cruel y la economía se ha estancado.

La preocupación principal del Presidente es ganar las elecciones de 2024, en ello ha puesto su esfuerzo un día sí y otro también; volvió al viejo juego del “tapado”, poniendo tempraneramente en el tapete las precandidaturas de: Marcelo Ebrard, excelente canciller, amenazado por la sombra siniestra de la Línea 12 del Metro; Claudia Sheinbaum, quien parece ser la favorita de López Obrador, cuya candidatura sería complicada, pues Morena perdió la mitad de la Ciudad en las últimas elecciones y ha sido cuestionada constantemente, aun cuando no deja de ser una mujer inteligente, pero con pocos antecedentes políticos; y, como relleno, el embajador en Estados Unidos, Esteban Moctezuma Barragán, cuya ideología no coincide con la del Presidente, en el mismo caso Tatiana Clouthier, y agregó a Juan Ramón De la Fuente, quien ha realizado una gran labor como representante de nuestro país ante la ONU.

Por eso, ha surgido desde los entretelones de la política interna, la figura de Adán Augusto López, Secretario de Gobernación, que probablemente se convierta en el nuevo “tapado”.

Por otro lado, es difícil que Ricardo Monreal obtenga la candidatura por Morena, quien ha realizado un esfuerzo político importante en contra corriente al propio Presidente, que le permite aspirar, inclusive desde otro partido, a la Presidencia de la República.

Todo el debate nacional, las pugnas entre el gabinete que se dan cada día, de manera muy clara, presagian una elección competida y difícil.

POR ALFREDO RÍOS CAMARENA

CATEDRÁTICO DE LA FACULTAD DE DERECHO DE LA UNAM

PRESIDENTE DEL FRENTE UNIVERSITARIO LATINOAMERICANO (1958-1962)

VICEPRESIDENTE DE LA SOCIEDAD MEXICANA DE GEOGRAFÍA Y ESTADÍSTICA

MAAZ