La decisión de Vladimir Putin de poner en estado de alerta a sus fuerzas de disuasión nuclear sitúa a la guerra rusa contra Ucrania en una nueva dimensión. Ni Ucrania, ni la Unión Europea (UE) ni la Alianza Atlántica (OTAN) han dado un solo motivo para elevar el nivel del conflicto al escalafón nuclear, donde ahora estamos.
En Europa Occidental hay en estos momentos 615 ojivas nucleares que pertenecen a Francia (290), Reino Unido (225) y Estados Unidos (100), ninguna de ellas en los países que se sumaron a la OTAN después del fin de la Guerra Fría. Tampoco hubo planes para cambiar la estrategia nuclear de la Alianza en Europa. Frente a eso, en el poder de Rusia se encuentran casi seis mil ojivas, superando así todo el potencial nuclear de EU, casi cinco mil 500 ojivas. Entonces, ¿qué fue lo que avizoró Putin en su escenario bélico para llevar ahí la discusión?
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La respuesta es que hay tres frentes adversos para el mandatario ruso. El primero tiene que ver con los magros resultados obtenidos en el campo militar en los primeros días de su invasión a Ucrania lo que dio pie a considerar que Putin falló en la estrategia y la evaluación de la capacidad de Ucrania para defenderse. Eso, sumado a la baja moral de las tropas rusas que se ha ido exhibiendo, corrió como pólvora en redes sociales.
El segundo frente está relacionado con las sanciones económicas que han calado como pocos se imaginaron. El congelamiento de las reservas internacionales del Banco Central de Rusia y el bloqueo de transacciones de comercio exterior al inhabilitar el sistema de pagos SWIFT tendrá efectos devastadores para la economía rusa este año y los subsecuentes. Occidente arropó como nunca a Ucrania que no es ni miembro de la UE ni de la OTAN, algo que Putin calculó mal al iniciar la invasión.
El tercer frente que detonó el alardeo de Putin sobre el poder nuclear está relacionado con los riesgos que empezó a correr su gobierno dada la poca popularidad de la invasión contra Ucrania. Nos hemos enterado de las manifestaciones de los ciudadanos, diputados y empresarios rusos contra la guerra. Ha crecido incluso la idea de que un levantamiento contra el presidente ruso podría ocurrir en su ámbito más cercano, conforme su entorno y las élites económicas sienten en carne propia el dolor de las sanciones.
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Desde el año 2000, la doctrina militar rusa considera la posibilidad de usar armas nucleares como respuesta a una agresión con armas convencionales, si la existencia del Estado ruso está amenazada. ¿Será que Putin empezó a sentirse amenazado en su poder? La decisión de poner en estado de alerta a las fuerzas de disuasión nuclear así lo indicaría. Ello podría llevarnos a desarrollos totalmente inesperados. Aunque Rusia logre ocupar Ucrania, Putin no logrará someter a su población. Además, lo que hizo fue fortalecer a la OTAN, algo que aparentemente quería evitar. A ver si esta invasión le llevará a tambalearse también en Rusia.
POR BEATA WOJNA
PROFESORA DE RELACIONES INTERNACIONALES EN EL TECNOLÓGICO DE MONTERREY
@BEATAWOJNA
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