COLUMNA INVITADA

AMLO vs la oligarquía

El país requiere de un cambio de fondo, así lo asegura Daniel Serrano en su columna

OPINIÓN

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Daniel Serrano / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Cuando en nuestro país por primera vez se logró la alternancia hubo quienes, como yo, no teníamos mayor esperanza en una transformación de fondo en la forma de hacer uso del poder público. La promesa de cambio en aquel año 2000 era sólo un eslogan que prometía acabar con el PRI, pero jamás pretendía tocar a los poderes fácticos, esos que mandaban independientemente de quien gobernaba. 

¿Y esto por qué es un asunto de todes? Porque estamos a 22 años de aquella promesa fallida de cambio, pero en realidad es la primera vez que desde el poder del Estado se intenta poner un alto a los abusos de los verdaderos responsables del quebranto nacional, esos que habían reducido a los titulares del ejecutivo a meros gerentes de un país que asumían cínicamente como suyo.

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Vicente Fox nunca pudo ni quiso enfrentar a la oligarquía del país, en realidad llegó a la presidencia como resultado de un pacto de elites y con la flaqueza de algunos sectores intelectuales que promovieron el llamado “voto útil” contra las izquierdas. Ese grupo compacto que AMLO denominaría como la mafia del poder es hoy quien encabeza los ataques en contra de un gobierno cuya principal característica es la priorización del combate a la pobreza, esa es la razón de la rabia de algunos sectores contra el presidente, eso es lo verdaderamente imperdonable para los que se sentían dueños del país, que su agenda no sea la agenda de López Obrador.

La evolución de una sociedad cada vez más analítica ha generado que la oligarquía avance en el debilitamiento del estado, colocándolo como el responsable de la crisis social ante la opinión pública y al mismo tiempo desmantelándolo para volverlo dependiente de las decisiones que se toman por fuera de las instituciones. No es una casualidad que desde los órganos autónomos se abra un frente contra el presidente, no es casualidad que después de un tiempo de parasitar en esos órganos y ser dóciles ante los grupos del poder, ex titulares de esos organismos resulten diputados o senadores que forman la primera línea de ataque contra el gobierno de AMLO.

Hay una crítica mayoritaria de los medios de difusión sobre el perfil que el presidente ha enviado a los órganos desconcentrados y/o reguladores particularmente los de medio ambiente y energía, pero nula información o cero cuestionamientos a las decisiones que estos mismos órganos tomaron en otras administraciones donde estaban personas cercanas a la derecha, con un “buen perfil” pero cuyas decisiones seguimos pagando a la fecha.  

En síntesis, es la primera vez que se enfrenta de manera decidida a los poderes fácticos y el presidente necesita ayuda, que no significa zalamería ni fanatismo pero tampoco significa ingenuidad intelectual, ni muestras de ignorancia histórica,  por que al ritmo que plantean algunos opinadores, intentarían convertir a Fox en el Juárez de nuestros días o a Lorenzo Córdoba en el Madero moderno. No inventen.

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