COLUMNA INVITADA

Los peligros de tener razón

En México seguimos obsesionados en la creencia personal que se traduce en imposición, no consenso; austeridad, no bienestar

OPINIÓN

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Óscar Sandoval / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Circunstancia mata carita. En los temas de preocupación, el debate energético global, no es tan distinto del nacional. ¿Qué es diferente? Que discutimos lo coyuntural o circunstancial como lo único trascendente y vemos el dinero o contratos como el castigo o premio. No somos perros en entrenamiento.

Estamos debatiendo modelos, no soluciones. ¿Cuál es la diferencia? Los primeros simplifican en función de variables que explican el funcionamiento de algo, es decir, complaciendo una circunstancia, natural o generada. Las segundas, resuelven los retos que todos enfrentamos.

Vamos a los ejemplos. Voy a usar dos que hoy parecen “fuera de nuestra liga”, pero que un día estuvieron en nuestro lugar. La diferencia es que se dieron cuenta que los modelos, sobre todo ideológicos, detienen el crecimiento y que los retos son constantes y, por tanto, así deben ser las soluciones.

Vayámonos a Finlandia quien se puso como meta la neutralidad de carbono antes de 2035. Entre sus retos está que la primera ministra, Sanna Marin (1985), ha encontrado en su propia coalición parlamentaria para gobernar desacuerdos en cómo enfrentar los retos de cambio climático.

Oposición no es parálisis o justificación de resultados no obtenidos. Si de gobierno feminista hablamos, las mujeres deberían escuchar y hablar con otras mujeres. (¿Se imagina una reunión de Rocío Nahle con Sanna Marin?)

¿Cómo los resuelve Marin? Teniendo claro que la lucha contra el cambio climático debe contener dos factores: hacer sentido económico y que esto no comprometa el que los estados den bienestar a sus ciudadanos.

Por cierto, también busca que Europa tenga soberanía energética. El error no está en el legítimo deseo del presidente López Obrador y Manuel Bartlett, sino en la forma. Se sale del atasco con el consenso en lo general y no en la absurda búsqueda de que crean solo lo que yo considero o las amenazas de cancelaciones de contratos que negocia Romo.

En México seguimos obsesionados en la creencia personal que se traduce en imposición, no consenso; austeridad, no bienestar.

Aunque hay excepciones. Ricardo Monreal opera en los consensos generales a pesar del riesgo de perder la posición personal por no solo complacer el individual.

El poder como acción y no solamente como posición en el tablero de ajedrez, tanto que EE. UU fue claro, ahí es en donde van a negociar. Nada más antidemocrático que el miedo en Morena y satélites a disentir o usar el disenso como forma de llegar a la Coordinación.

El otro ejemplo es Alemania quien a través de Agora Energiewende habla de historias de éxito que son posibles gracias a los fracasos. Dos llaman particularmente nuestra atención, el primero, el seguimiento diario prácticamente en tiempo real de la generación eléctrica y el consumo (https://bit.ly/3Gfo6yY). Transparencia ante: emisiones de CO2 por la mezcla de energías utilizadas, intermitencias de renovables y equilibrios frente a la demanda, entre otros.

El precio para el consumidor final, como aquí, también es un factor. Anticipan que 2022 los hogares sentirán el efecto de los altibajos en los precios de la energía y que será eje del debate, pero también que para alcanzar precios favorables en el largo plazo la solución es expandir las renovables.

La democracia no debe ser lo que fue, por ello, los retos de democracia se afrontan con más democracia y los de transparencia con más transparencia.

España es ejemplo por circunstancia, no por carita. Ampliemos miras, porque el presidente tiene razón salvo que no tiene razón, y eso no es lo deseable para México. Ojalá que su preciso diagnóstico no se convierta en una mala receta y las bondades de México puedan más que su circunstancia.

POR ÓSCAR SANDOVAL SAENZ
CONSULTOR, SOCIO DE 27 PIVOT
OSANDOVALSAENZ@27PIVOT.COM
@OSANDOVALSAENZ

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